Así lo dispuso el Banco Central en medio de un crecimiento de las estafas virtuales. Las entidades deberán cerciorarse, ya sea a través de llamado telefónico, reconocimiento facial, que es el cliente quien está solicitando el crédito
En medio del crecimiento exponencial del ciberdelito, sobre todo a partir del crecimiento del crecimiento de la digitalización de la población en medio de la pandemia de coronavirus, el Banco Central reforzó las medidas de seguridad que deberán tomar las entidades financieras a la hora de otorgar prestamos preacordados a través de canales electrónicos, una de las principales vías que utilizan los delincuentes que practican estafas bancarias.
A partir de ahora, los bancos tendrán que corroborar -ya sea a través de llamado telefónico, reconocimiento facial o cualquier otra técnica de identificación positiva- que efectivamente es el cliente quien está solicitando el préstamo que la entidad le tiene asignado de acuerdo a su categoría crediticia.
Como segunda barrera de control, una vez verificada la identidad del cliente, la entidad deberá comunicarle –a través de todos los puntos de contacto disponibles– que su crédito se encuentra aprobado y que, de no mediar objeciones, el monto será acreditado en su cuenta recién a partir de las 48 horas hábiles siguientes. No obstante, el plazo de acreditación del préstamo podrá ser reducido en el caso de recibirse la conformidad del usuario de servicios financieros de manera fehaciente.
“El control deberá ser sobre todas las operaciones de créditos preaprobados realizadas a través de todos los canales electrónicos disponibles: ATMs, TAS, banca de internet (BI) y banca móvil (BM)”, señaló la entidad monetaria a través de un comunicado.
Los bancos también deberán hacer un monitoreo y control de, como mínimo, los puntos de contacto indicados por el usuario y comprobar que no hayan sido modificados recientemente, de modo de detectar posibles engaños o robos de claves.
La medida fue resuelta esta tarde en la reunión de Directorio del Banco Central como una forma de reforzar las normas de seguridad de los bancos y su responsabilidad para detectar maniobras fraudulentas. Cabe destacar que la digitalización masiva de operaciones durante la pandemia significó un salto muy grande en la gestión online de los trámites bancarios. Sin embargo, trajo aparejado un aumento exponencial de los ciberataques y las campañas de robo de datos vía correo electrónico.
La ciberdelincuencia aumentó 3.000% durante el año pasado, según un informe de la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (Ufeci). El estudio explicó que los delincuentes atraen la atención de usuarios de dinero digital para hacerse de datos personales y robarles, hacer consumos con sus tarjetas o pedir préstamos de rápido otorgamiento.
El fraude y estafa en cuentas bancarias, como el robo de claves de acceso a homebanking o de datos de tarjetas de crédito, fueron algunos de los delitos que más crecieron el año pasado al pasar de 22 casos denunciados en 2019 a 641 en el último año. Cabe recordar que en 2020, 6 de cada 10 de los nuevos clientes se orientaron directamente a los canales digitales como el homebanking, según un informe elaborado por Red Link en base a datos de 31 millones de usuarios.
Las estafas pueden tener llegar a tener formas más o menos elaboradas pero, en todos los casos, se trata de estrategias con las que los delincuentes atraen la atención de usuarios de dinero digital para hacerse de datos personales y, entonces, robarles dinero, hacer consumos con sus tarjetas o pedir préstamos de rápido otorgamiento.
En todos los casos, los delincuentes se hacen pasar por representantes del banco que le piden a los damnificados las claves de cuenta para solucionar un problema o bien facilitarle un beneficio, ya sea a través de un correo electrónico, una llamada telefónica o las redes sociales.
Las 10 recomendaciones del Banco Central
El BCRA informó una serie de recomendaciones que las personas usuarias de servicios financieros deben tener en cuenta para proteger su información personal y adoptar buenas prácticas para evitar estafas bancarias virtuales y robos de identidad. Las principales recomendaciones son:
1. Si se recibe un aviso sobre un supuesto error al realizar una transferencia bancaria, no se debe responder a estos mensajes. Ante cualquier duda, se debe comunicar telefónicamente con el banco.
2. Nunca se debe acudir a un cajero automático, abrir la app o acceder al home banking cuando se recibe una llamada supuestamente proveniente de la entidad bancaria. El cliente debe ser el que origina la llamada.
3. No brindar ningún dato personal (usuarios, claves, contraseñas, pin, Clave de la Seguridad Social, Clave Token, DNI original o fotocopia, foto, ni ningún tipo de dato), por teléfono, correo electrónico, red social, WhatsApp o mensaje de texto.
4. No ingresar datos personales en sitios utilizando enlaces que llegan por correo electrónico, podrían ser fraudulentos.
5. Utilizar contraseñas fuertes, mezclando mayúsculas, minúsculas y números. Tienen que ser fáciles de recordar pero difíciles de adivinar por otras personas. No usar la misma clave para distintas aplicaciones, cuentas, plataformas o sitios.