El jefe de la Brigada de Investigaciones brindó detalles de los allanamientos en el barrio 30 de Octubre, a pesar de tener identificado a un sujeto con amplio prontuario, el fiscal no autorizó la detención.
Pablo Lobos, jefe de la DPI explicó “Nosotros iniciamos una investigación con los vídeos que fueron de trascendencia pública que subieron a las redes sociales, las analizamos y además de ello también pudimos tomar algunas denuncias y entrevistas a residentes de la zona que colaboraron con la investigación”.
Además el comisario agregó que participó infantería, personal de la quinta y operaciones especiales, como resultado de estas diligencias pudieron secuestrar una importante cantidad de armas de fuego; siete en total, tres armas largas, cuatro de puños, más de 350 municiones de distintos calibres, y teléfonos celulares que serán analizados también para para vincularlos con la con la investigación.
Al respecto Lobos lamentó que “no se avanzó con detenciones a pesar de que nosotros lo solicitamos al Ministerio Público Fiscal, la detención de uno de ellos. Se trata de una persona conocida, tiene antecedentes con sentencias condenatoria firmes. Una de ellas del 2017 por lesiones con armas y daño, también tiene cuatro causas en curso elevada a juicio, para nosotros se reunían todos los requisitos como para pedir la detención esto fue analizado por la Fiscalía y no lo autorizó”.
“En este mismo departamento fue donde tiraron el chaleco antibalas cuando ingresó la la policía al mismo tiempo encontraron dos armas de fuego, un una pistola 380 y una calibre 9 milímetros”, concluyó Lobos.
Finalmente el jefe de la DPI dijo ‘pudimos identificar a dos grupos antagónicos con nombres y apellidos, eso fue lo que planteamos y presentamos a la Fiscalía. Todavía estamos tratando de terminar cuáles eran las cuestiones, para nosotros eran cuestiones banales de territorio más que nada”.