“Necesito saber quién es y agradecerle en persona. Le debo la vida de mi hijo”, así se refirió la mamá del nene de 10 años
Joaquín Lizarde, el nene mendocino de 10 años que padece leucemia, recibirá un trasplante de médula ósea tras 6 años de enfrentar la enfermedad. La mamá del menor, Romina Di Césare, informó que su hijo entró este lunes al quirófano para que le coloquen un catéter, el paso previo a la intervención, que será esta semana.
Desde el Hospital de Niños Sor María Ludovica de La Plata, la mujer envió este mensaje al medio Los Andes: “En unas horas iremos al Garrahan para aplicarle sus rayos y luego, al regreso, se hará el trasplante acá en La Plata. Sé que va a salir todo bien porque es un guerrero. Joaquín entró con Diosito y la virgencita y con ellos va a salir”.
El chico de la ciudad de Tunuyán viene atravesando momentos difíciles desde que era bebé. A los 2 años le diagnosticaron un cáncer de vejiga y, tiempo después, sumó una leucemia que lo obligó a internaciones, cirugías y tratamientos de quimioterapia.
Pero una luz de esperanza llegó en octubre del año pasado, cuando desde Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) informaron que por fin había aparecido un donante de médula ósea compatible casi en su totalidad con Joaquín. De esta manera, el nene quedó inscripto en un listado oficial.
En pocas horas, Joaquín recibirá células madres sanas y limpias. Esta era la única chance para hacer frente a su enfermedad, según lo que le dijeron los médicos a la familia.
La mamá de Joaquín quiere conocer al donante
Una vez que el nene supere todas las instancias, Romina dijo que seguirá indagando para conocer al donante, ya que se sabe muy poco sobre él. “Solamente se supo que es argentino, que goza de muy buena salud y que está feliz de poder ayudar a un niño enfermo”, explicó la mamá.
En este sentido, reflexionó: “Mi deseo es conocerlo. Necesito saber quién es y agradecerle en persona. Le debo la vida de mi hijo y le debo la propia, porque tampoco tengo vida si mi hijo sufre. Lo que hizo no tiene precio, es un acto de amor sin límites”.
La sangre de esta persona donante es exactamente la que Joaquín necesita. Tras la intervención, será sometido a una serie de sesiones de quimioterapia para limpiar por completo las células malignas. Luego, si todo sale según lo previsto, el niño tendrá una vida normal.
“No hemos tomado ninguna decisión sin consultarle a Joaquín. Él también desea terminar con todo esto, quiere recuperarse, llevar una vida normal en su casa lejos de los hospitales, ir a la escuela, ser libre. Por eso dijo que sí y está ansioso esperando el día. Los profesionales no nos han dado garantías, pero nosotros nos jugamos enteros a que pronto sanará y todo esto quedará atrás”, contó la mujer.