Contó que cuando iba con su perrita por Pico Truncado se topó con una desconocida. Accionó el dispositivo más de una vez y le dijo que lastimaría a la mascota.
Una situación algo insólita pero no menos aterradora para un chico de 13 años se presentó en la tarde noche de Pico Truncado, en Santa Cruz, cuando el menor iba tranquilamente a hacer las compras con su mascota y, sin ninguna razón aparente, fue amenazado por una desconocida que llevaba una picana.
El insólito hecho ocurrió en la tarde-noche del martes y fue denunciado ante la policía de la provincia, que ya investiga el caso y busca dar con la responsable, de quien hasta el momento poco se sabe. El niño dijo no conocerla.
El incidente tuvo lugar en la intersección de las calles Saavedra y Pellegrini, en el barrio Malvinas de esa ciudad santacruceña. El menor había salido de la casa de su abuela alrededor de las 18 para ir a buscar comida en la rotisería “Lulu”.
Como el comercio le queda cerca, pidió permiso para llevar con él a su mascota para aprovechar un paseo que para el chico significa la oportunidad de hacer cosas que ahora que está más grande le permiten hacer.
Sin embargo, algo le iba a arruinar la experiencia inexplicablemente. En el trayecto, inesperadamente, fue abordado por una mujer desconocida que, sin explicación lógica, terminó activando una picana eléctrica cerca del animal mientras le decía al nene que iba a lastimar a su perra.
El relato del chico de Santa Cruz
Según relató el chico a la familia, la mujer primero se le acercó para hablarle y luego encendió el dispositivo de defensa personal, generando chispazos cerca de la mascota. Acto seguido, lo ocultó brevemente, solo para volver a mostrarlo y accionarlo nuevamente en otro intento de intimidarlo.
Obviamente, la amenaza hizo efecto. Con mucho miedo, el menor salió corriendo y regresó a la casa de su abuela muy angustiado, con su pequeña mascota en brazos, y sin la compra que había ido a hacer.
La abuela, de 73 años, intentó calmar al niño, quien entre lágrimas le relató lo sucedido. Minutos después, la madre del menor fue informada del episodio y decidió ir de inmediato a la Comisaría Primera de Pico Truncado para radicar la denuncia.
La policía dio intervención a la División de Investigaciones y al Juzgado de Instrucción Penal N° 1, a cargo del juez Leonardo Cimini, que iniciaron tareas para tratar de dar con la responsable del amedrentamiento a un menor de edad.
Un arma no letal
Aparentemente, el dispositivo que utilizó es uno de los que en los últimos años empezaron a comercializarse como elemento de defensa personal, especialmente destinados a mujeres para resguardarse del siempre presente riesgo de sufrir ataques o abusos en la calle.
Con un poco menos de voltaje que las controvertidas pistolas TASER que utilizan algunas fuerzas policiales en el país, son dispositivos de descarga eléctrica que se comercializan como instrumento de defensa personal y son de libre venta, como las armas de aire comprimido o los aerosoles con gas pimienta. Es decir, se trata de armas no letales.
“Con un segundo de contacto genera contracciones musculares y de 2 a 5 segundos paraliza el cuerpo del atacante. No obstante, dependiendo de la corpulencia y masa muscular se puede requerir más tiempo de contacto”, explican en un sitio web que los promociona para la venta.
“Un producto 100% seguro, que no es letal, ni causa daños permanentes”, aclaran. Además, detallan que “atraviesa la ropa y, en caso de que el agresor te sujete, la descarga no pasará a tu cuerpo”.
Por último, detallan que “el sonido que emite este paralizador es suficiente para disuadir al agresor”.