En diciembre se recibió en la Universidad Favaloro con medalla de oro, y hace diez días se enteró de que lo aceptaron como residente en la red de hospitales de la universidad más prestigiosa del mundo
Federico Repetto encontró la confirmación de su vocación en las caras de sus pacientes. Cuando estaba rotando en el servicio de Cirugía de Fundación Favaloro, veía salir a las personas del quirófano en estados delicados. Tras semanas de internación, la mayoría se recuperaba. Ahí, en la gratitud que recibía de ellos, en sus expresiones de felicidad al recobrar la salud, Federico ratificó que Medicina era lo suyo.
Ahora, a los 23 años, terminó de cursar la carrera en la Universidad Favaloro y se prepara para el desafío que asumirá a partir de junio, cuando empiece su residencia en Mass General Brigham, la red de hospitales que dependen de la Universidad de Harvard, en Boston, Estados Unidos. Fue uno de los 460 candidatos aceptados por la Universidad, de un total de más de 34.000 postulantes de todo el mundo. Para la especialidad que eligió –Anatomía patológica y Patología clínica– solo había 21 lugares.
Federico cursó la primaria y secundaria en el Colegio Urbano del Niño Jesús; en 2018 se mudó a la Ciudad de Buenos Aires para estudiar Medicina en la Favaloro. En la escuela descubrió su interés por el cuerpo humano, especialmente a partir de tercer año, cuando eligió la orientación en Ciencias Naturales. Antes había pensado en ser actor o escribano. “Al interiorizarme en las ciencias naturales, me di cuenta de que el cuerpo es súper complejo, y aún hay muchísimo por descubrir”, sostiene.
De esos años también resalta una experiencia que le marcó el camino: en 2015 se fue de intercambio a Texas por seis meses. “Me abrió la cabeza; me hizo ver el valor de explorar otras culturas y conocer nuevos lugares y personas”, recuerda. También fue, claro, una oportunidad para perfeccionar el inglés.
Por eso, a la hora de proyectar el paso siguiente a la universidad, la posibilidad de continuar formándose afuera apareció enseguida. Durante la carrera también había tenido algunas experiencias en Estados Unidos: “Hice una rotación de tres semanas en cirugía en el estado de Washington, en enero de 2022. En ese momento, mi gran disyuntiva era especializarme en cirugía o en patología. Allá conocí al patólogo del hospital: su pasión por la especialidad y su conocimiento me cautivaron tanto que decidí inclinarme por la patología clínica”, explica. Luego siguió otra experiencia de un mes en la Universidad de Utah, en enero de 2023.
De cada experiencia, Federico se trajo cartas de recomendación de otros médicos, una herramienta clave que le serviría más tarde para postularse a hacer la residencia en Estados Unidos. Otro requisito fundamental fue rendir dos exámenes conocidos como United States Medical Licensing Examination (USMLE). Cada uno le llevó un año de preparación, mientras seguía cursando la carrera en Buenos Aires.
El año pasado fue de contrastes. “En marzo de 2023 comencé mi sexto año de medicina, y la universidad me ofreció dos meses de rotación electiva, que realicé en el servicio de patología del Brigham and Women’s Hospital, afiliado a la Universidad de Harvard, entre septiembre y noviembre”, cuenta Federico. Ese fue su primer contacto con el hospital universitario al que volverá en junio. Justo antes de aquel paso por Harvard, había estado tres meses rotando en Villa Atamisqui, una localidad del interior de Santiago del Estero.
En diciembre de 2023 se recibió con medalla de oro y fue abanderado por haber obtenido el mejor promedio. Una vez graduado, en enero y febrero de 2024 hizo un par de rotaciones más en Estados Unidos: en enero de 2024 estuvo en la Universidad de Indiana y en febrero 2024 en la Cleveland Clinic, donde René Favaloro creó el bypass.