A uno de ellos se le cayó el barbijo y era su vecino. Quedó detenido. Los fiscales lo acusan de robo con arma y tentativa de abuso sexual agravado.
Una mujer vivió una noche de terror cuando al menos tres personas ingresaron a su domicilio, la golpearon y la amenazaron con abusarla. El violento episodio ocurrió el pasado sábado 17 de junio a las 23 horas en el barrio 21 de enero.
La joven se encontraba junto a su pareja y su hijo menor de edad cuando al menos tres personas entraron a su casa. Estaban armados con una barreta y un arma. Y la comenzaron a insultar y golpear. Uno de ellos agarró su celular, mientras otro le decía que la iban a violar.
En un momento de forcejeos a uno de los agresores se le cae el barbijo, y reconocen que se trataba de su vecino, que les alquilaba el departamento y que lo habían denunciado por amenazas.
“Destrozaron la casa. Rompieron el DVD, el equipo de música, un espejo y el televisor. La amenazaron. Y uno de ellos la agarra e intenta bajarle los pantalones, mientras le manifestaban que iban a violarla”, detallaron los fiscales Alex Williams y Florencia Bianchi en la audiencia realizada el mediodía del viernes.
Los fiscales dieron detalles del episodio. “Tomaron el celular y la amedrentaron con una pistola. Ese un momento se produce un forcejeo porque su pareja interviene para defenderla, alejando a la mujer de los agresores. Y una vecina, al escuchar los ruidos, ingresa al domicilio. Ahí fue que los agresores emprenden la huida”, agregaron los fiscales en el relato sobre lo sucedido.
Y brindaron un dato clave. Horas antes hubo una intervención de la policía, ya que la mujer había denunciado a su vecino, que era su inquilino, por amenazas. El hombre debía varios meses de alquiler y no quería abandonar el departamento que ocupaba. “En el celular robado estaban los mensajes de amenazas que denunció la víctima”, explicaron los fiscales.
El detenido es Rodrigo Correa, que fue apresado a las pocas horas del hecho. Los fiscales Williams y Bianchi formularon cargos por “robo agravado por el uso de arma de fuego y por ser en poblado y en banda y por tentativa de abuso sexual con acceso carnal agravada por la participación de más de tres personas”.
En la audiencia solicitaron que Correa continúe detenido, quien decidió no prestar declaración. Su abogada, la integrante de la defensa pública Luciana Capone, no cuestionó la apertura de investigación ni la prisión preventiva, aunque sostuvo que el plazo era excesivo.
Finalmente, tras un breve cuarto intermedio, la jueza Stella Eizmendi (foto) dispuso la prisión preventiva por sesenta días mientras continúa el proceso penal. La pena por este tipo de delito puede llegar a superar los 15 años de cárcel de efectivo cumplimiento.
Fuente: Ministerio Público Fiscal de Puerto Madryn