Lucas Dalto es dueño del canal educativo en YouTube más grande de Argentina, donde ayuda a miles de personas de una manera muy sencilla: enseñándoles programación. Muchos consiguieron trabajo gracias a sus tutorías gratuitas.

Resulta absurdo creer que enseñando programación por una red social como tantas personas puedan conseguir empleo en un país cuya tasa de desempleo es una de las más altas de Sudamérica.
Lo cierto es que a través de su canal @soyDalto, Lucas convoca a miles a animarse a explorar el mundo tecnológico y los diversos instrumentos que este sector ofrece de una manera más coloquial, amena y lo más importante: gratis.
Él se define como un autodidacta y un edutuber, aquellos que usan YouTube para compartir sus conocimientos con el resto del mundo. Tenía 8 años cuando comenzó a investigar por dentro una computadora vieja que tenía su familia en su casa de Buenos Aires. A ninguno de sus familiares le llamaba mucho la atención ni tampoco tenían intenciones de explorarla: para eso estaría Lucas.
Todo empezó con la curiosidad de crear videos con efectos especiales como veía en sus películas preferidas y fue entonces que se cuestionó: “¿Por qué no puedo hacerlo yo?”. Hoy en día tiene el canal de programación más grande de la Argentina.
“Quiero ser referente en el mundo de la tecnología, mi objetivo es empujar a la generación de jóvenes a que se nutran de estos conocimientos que son indispensables en el siglo XXI y que tiene una salida laboral muy rápida”, le dice Lucas a Clarín.

Primeros inicios con la tecnología
“No puedo decir que tuve una infancia complicada, si bien mi familia no tenía mucho dinero no es que estábamos en una situación económicamente mala y que por eso necesitaban que el nerd -se ríe- de la familia se metiera en el mundo digital. Mi familia no tenía mucho conocimiento tecnológico ni tenía tampoco los recursos para explotarlo ni conocer de qué trataba ese mundo, con lo cual siempre tenían la idea errónea de que tener una computadora era igual que jugar a jueguitos y pavear”, agregó el joven.
“Con el tiempo fui demostrando que no eran solo “jueguitos y pavear”. Definitivamente cree algo más allá de eso. Tenía nueve años cuando empecé a armar videos de efectos especiales, con programas que hoy en día se estudian en la Universidad”.
“Cuando cumplí 12 años, ya un poco más grande, empecé a leer y estudiar sobre Bitcoin cuando nadie sabía muy bien qué era y para qué existía. Luego, ante la negativa de poder completar un videojuego, se me ocurrió la posibilidad de crear uno completamente igual con mis propias reglas. Tuve que aprender a crear una página y a replicar los códigos. Intenté hacer tanto la página web como el videojuego y para mi sorpresa, ambas me salieron bien y ese fue el puntapié de mi relación con la tecnología”.
“Mis papás se pensaron que nunca iba a ganar plata con eso, pensaban que perdía el tiempo hasta que pude vender mi propia página web cuando tenía quince años”.
“Después de vender mi primera página web continué con mis proyectos y quedé seleccionado entre los 15 mejores perfiles de Potenciate Argentina, que es un programa que beca a jóvenes y les da oportunidades de desarrollo personal y profesional en diferentes disciplinas. En aquel momento tuve la oportunidad de conocer varias empresas multinacionales tecnológicas y me di cuenta que quería estar en ese círculo y dedicarme a eso toda mi vida”.

Dice ser 100% autodidacta. “Si bien realicé distintos cursos educativos para nutrirme de más conocimientos -incluso muchos de ellos financiados por empresas- no tengo una formación universitaria. A lo que yo apunto no es necesario porque los conocimientos suelen ser muy abarcativos en diferentes ramas. De hecho, me siguen en el canal varios ingenieros o desarrolladores de softwares que quizás no saben aplicar bien la programación a sus vidas”.
“Me siento un referente, pero muy de chico. Salgo a la calle y me saludan desde jóvenes hasta adultos de 50 años que se pusieron a estudiar programación y encontraron una salida laboral más fácil para la edad. O incluso que gracias a mis cursos consiguen becas, algo que no deja de enorgullecerme”.
“Yo quiero ser referente en el mundo de la tecnología, mi objetivo es empujar a la generación de jóvenes a que se nutran de estos conocimientos que son indispensables en el siglo XXI y que tiene una salida laboral muy rápida. Me parece que es una gran forma de combatir la crisis, tanto educacional, como económica”, concluyó el joven al medio.