Todo comenzó con la discusión entre dos personas a la que siguieron agresiones físicas mutuas, hasta que una de las partes extrajo un arma de fuego y efectuó varios disparos, algunos de los cuales dieron en una pared del establecimiento.
Momentos de terror y angustia padecieron la mañana de ayer docentes, porteros, autoridades educativas y niños de un Jardín de Infantes del barrio San Martín. Ocurrió pasadas las 11 y según informaron fuentes no oficiales a Diario Crónica, una seguidilla de impactos de balas provenientes de la calle y que se extendieron al patio del Jardín prendieron el alerta para que docentes ordenaran en forma inmediata a los nenes de 4 y 5 años que se arrojaran al piso y se refugiaran debajo de pupitres y mesas ante el inminente peligro.
Se escucharon entre 6 a 8 impactos de bala, algunas dieron en paredes del mismo Jardín e incluso el automóvil de una docente sufrió abolladuras producto de dos contrincantes que forcejeaban.
Los hechos ocurrieron en las afueras del Jardín de Infantes 426 que se encuentra entre calles Naranjos y Huergo y da a otra calle lindante y muy cerca del CPB del barrio, y si bien en principio se sospechaba que se trataba de un atentado contra dicho establecimiento educacional, después con el correr de las horas esta posibilidad quedaría totalmente desechada.
Todo comenzó con la discusión entre dos personas a la que siguieron agresiones físicas mutuas, hasta que una de las partes extrajo un arma de fuego y efectuó varios disparos, algunos de los cuales dieron en una pared del Jardín. “Cuando llegó la policía no nos dejaron salir afuera y se llenó de patrulleros y policías que entraban y salían, fueron momentos de mucho miedo” manifestaron algunos testigos a Crónica.
Hasta el lugar arribaron pasadas las 11:15 efectivos policiales de la Seccional Séptima que también convocaron a la policía científica para levantar rastros que permitan dilucidar el asunto.
Afortunadamente no hubo que lamentar heridos, solo algunos daños y el pánico colectivo que dejó la violenta situación.
El caso quedó en manos de la División Policial de Investigaciones -DPI- que como primera medida buscaba la palabra de posibles testigos presenciales y del registro de cámaras de seguridad que pudieran haber registrado las imágenes de los violentos que se desplazaban en un Chevrolet Corsa gris con 2 o 3 ocupantes y se dieron prontamente a la fuga antes que llegara la policía, se indicó por último.