Karina, hermana de la víctima, denuncia que el accionar del Hospital Regional empeoró la salud de su hermano. Exige que la Justicia le dé cadena perpetua a los acusados.
Karina, hermana del hombre abusado y golpeado en el barrio Moure, habló tras el calvario que vivió su familia. “Tuvimos que pelear para que nos den el cuerpo y podamos velarlo”, expresó.
“Mi mamá es una persona grande y está sufriendo un montón. Toda la familia estamos sufriendo. Estamos en lucha para que se haga justicia”, agregó.
Según comentó en diálogo con Comodoro 24, el hombre conocía a uno de sus atacantes desde hace años. “Mi hermano conocía a Martín, que era el compadre. Se conocen desde los ocho años. El otro individuo era amigo de Martín”.
Detalló cómo se desencadenó el hecho. “Él estaba cocinando, Martín empezó a reclamarle una plata y Pablo le dijo que al otro día se la iba a devolver. Ahí Martín le pegó dos piñas y él reaccionó”. Acto seguido, “el amigo de Martín le dio con un caño en la cabeza y lo desmayó. Cuando se despertó ya lo estaban golpeando y torturando”.
“Él estaba atado con alambre de los pies, colgado. Ni él sabía cómo se escapó de ahí. Todo lastimado se fue caminando a la Comisaría Séptima. Cada cinco pasos se caía por lo mareado que estaba” relató.
Cuestionó duramente el accionar del Hospital Regional. “Él fue a la guardia miércoles, jueves y viernes. Estuvo de cinco a seis horas esperando en la guardia y no lo atendieron nunca”.
“El viernes estuvo hasta las 3 de la mañana y golpeó a la enfermera para que lo atiendan porque no aguantaba más el dolor de cabeza. Y la enfermera le contestó: ‘Primero están los apuñalados, así que sentate’”.
Al regresar a su casa sin atención, su estado empeoró. “Volvió a la casa para acostarse y descansar. Mi mamá se levantó a las 6 para llevarlo a la guardia y él le dijo que quería descansar una horita más. Ahí empezó a convulsionar”.
Ahora, la familia espera resultados de las pericias para determinar si su muerte fue producto de los golpes o de una mala praxis. “Después de la autopsia, tenemos que esperar dos meses para conocer las pericias para ver si la muerte fue por los golpes o una mala praxis, pero la operación que tuvo fue por los martillazos que recibió en la cabeza. Tenía un coágulo de sangre que le presionó el cerebro y de ahí tuvo otras complicaciones”.
Karina apuntó contra la indiferencia de los vecinos. “Yo no entiendo cómo los vecinos no reaccionaron con los gritos de él. Porque cuando fue la policía, los mismos vecinos preguntaban a quién mataron. Cuando lo escucharon, nunca llamaron a la policía. No entiendo la poca humanidad y empatía. Duele, molesta y da mucha impotencia”.
Sobre los agresores, dijo que el propietario de la casa tenía antecedentes por violencia de género, mientras que del otro acusado no se sabe. “Ni los animales hacen una cosa así” agregó.
“Esperamos que lo condenen a cadena perpetua, que se mueran ahí adentro y que sufran todo el daño que nos han hecho sufrir a nosotros y a mi hermano. La familia está destruida. Estamos pidiendo justicia y que la ciudad nos acompañe” concluyó.