Lo cierto es que desde el fin de semana, en las redes circula una foto nocturna en la que no pocos creen que se ve a un fantasma merodeando los móviles que tenían las luces de sus sirenas encendidas, brillando de la profunda oscuridad patagónica.
Entre ese fuerte resplandor, en la imagen tomada con el teléfono efectivamente se distingue una figura algo borrosa, pero de muy probable forma humana (o algo así), apostada a la vera de la ruta.
El operativo de rutina se realizaba sobre la ruta provincial 25, como todos los inicios de fin de semana en una localidad que suele ser visitada por turistas que llegan desde las vecinas Puerto Madryn, Trelew y Rawson, en plena temporada de avistaje de ballenas, pingüinos de magallanes y toninas.
Allí, en la zona conocida como Chacra 183, los agentes de la Subcomisaría de Gaiman, que trabajan a las órdenes del comisario Damián Lacanette, habían detenido a un vehículo y uno de ellos hizo la fotografía de rigor con el celular, para documentar el procedimiento que se realizaba en el ingreso a la conocida localidad de los colonos galeses.
Más tarde, cuando el policía compartió la foto, alguno de los camaradas notó algo extraño que aparece iluminado por los faros del vehículo que se estaba registrando.
Al ampliar la imagen, más de uno se convenció de lo que se veía no era otra cosa que la silueta fantasmal de una mujer o una joven, envuelta en una sábana gris. En algo coinciden todos: a simple vista, en ese lugar, no había nadie.
Si se trata de un efecto lumínico o de un improbable fenómeno paranormal, claro, queda en cualquier caso a interpretación del consumidor.