A más de un año del derrumbe, una vecina denunció el grave deterioro de su departamento por una invasión de palomas. El organismo sanitario inspeccionó el edificio, donde viven seis familias, pero aún no hay fecha para el inicio de las obras ni para el regreso de los vecinos. “Es una mugre, no se puede creer cómo está todo”, expresó.
Elsa Faulbaum, una de las vecinas damnificadas del edificio ubicado en el barrio LU4, relató la situación crítica que atraviesa a raíz del ingreso masivo de palomas en su departamento, lo que generó serios problemas de salubridad y habitabilidad.
Este miércoles, personal del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) se hizo presente en el lugar para inspeccionar la situación. “Vienen a ver por qué razón han muerto palomas” explicó.
La vecina describió el deterioro que sufrió su propiedad luego de que las aves ingresaran a su departamento. “La última vez que pudimos entrar al departamento, yo tenía siempre en el balcón una redecilla, donde no entraban nunca las palomas. Eso quedó suelto y con el viento una ventana se rompió y ahí empezaron a entrar las palomas al departamento”.
La situación se agravó al punto de afectar a todo el edificio. “Si hay un afectado, es todos, porque es toda una línea de departamentos hacia abajo. Habiendo mugre ahí como está, está todo afectado el edificio por si hay un virus”, advirtió.
“Está horrible el lugar. Todas mis cosas perdidas, no hay nada que sirva y está todo arruinado por las palomas” lamentó.
A un año y cuatro meses del derrumbe del edificio, las respuestas aún no llegan. “Hasta ahora no tenemos nada concreto. No hay un día para empezar con la obra ni cuándo van a poder regresar a sus viviendas”, expresó con preocupación.
Actualmente, vive en un departamento alquilado frente al edificio, compartido con su hija estudiante. “Yo estoy viviendo acá enfrente, cerca, donde alquilaba mi hija y yo me quedé en ese departamento con mi otra hija que está estudiando”, explicó.
Sin embargo, la carga económica se volvió insostenible: “Cobré con aguinaldo y todo 660 mil pesos y pago un alquiler de 500 mil pesos. Todos los meses para mí desde que salí de acá es tremendo. Así no se puede”.
“Es tremendo y es una situación que es verdad que les afecta a todas las familias del edificio. Es una mugre, no se puede creer cómo está todo” manifestó.
El edificio, donde viven seis familias, continúa esperando una solución concreta que les permita volver a sus hogares.