Una mujer fue identificada y demorada en Neuquén, acusada de estafar a través de publicaciones de alquileres falsos en Facebook. Ofrecía inmuebles en otras provincias y, a la hora de pactar los encuentros con las víctimas, nunca se presentaba.
Una investigación por estafas con alquileres falsos iniciada en Río Negro terminó con un allanamiento en una vivienda de Neuquén capital, donde fue identificada y demorada una mujer acusada de recibir transferencias por más de 600 mil pesos de posibles víctimas. El procedimiento fue ordenado por la Justicia y contó con la participación de la División Delitos Económicos de Neuquén y efectivos de Río Negro.
La causa se originó en abril, tras denuncias radicadas en la Comisaría 26 de Fernández Oro. Las víctimas habían visto anuncios en redes sociales que ofrecían departamentos a precios llamativamente bajos. Al contactarse por WhatsApp con la supuesta arrendadora, esta solicitaba transferencias por concepto de alquiler, depósito y gastos administrativos. Una vez realizado el pago, la mujer desaparecía y los inmuebles resultaban estar ocupados, sin vínculo alguno con la persona que los ofrecía.
Según el subcomisario Gerardo Oviedo, la acusada publicaba fotos de un complejo habitacional moderno para atraer interesados. Luego utilizaba distintos engaños, apelando a la alta demanda de alquileres, para apurar el envío del dinero sin que los posibles inquilinos visitaran la propiedad. En los casos denunciados, la supuesta propietaria incluso llegó a pactar encuentros en el lugar, pero nunca se presentó.
La investigación permitió rastrear las transferencias a una cuenta de una mujer de entre 28 y 32 años, domiciliada en el barrio Belgrano de Neuquén. Con autorización judicial, se realizó un allanamiento en el que se secuestraron celulares y otros elementos de interés para la causa. La sospechosa fue notificada de la imputación por estafas, mientras que otras personas presentes en el domicilio quedaron supeditadas a la investigación.
Las autoridades no descartan que haya más damnificados, dado que en este tipo de delitos virtuales las maniobras pueden operar desde cualquier punto del país o incluso del exterior. También se descubrió que el perfil de Facebook utilizado había sido usurpado a otra mujer, que resultó ser una víctima más de la estafa.