Tras sufrir maltrato y abandono, Ramón, un cachorro de apenas dos meses, encontró un hogar lleno de cariño y cuidados. Su rescate y adopción le dieron una segunda oportunidad.

Ramón, un cachorro de apenas dos meses, conoció desde muy temprano la crueldad humana. Fue rescatado luego de haber sido golpeado y dejado a su suerte, temblando de miedo y acurrucado en posición fetal, como si esperara volver a ser lastimado.
Su vida cambió gracias a Julieta y su hermano, quienes no dudaron en asistirlo: lo llevaron al veterinario, le dieron cuidados y, sobre todo, le enseñaron que también podía recibir cariño.

Durante un tiempo estuvo al resguardo de Hanni, quien lo tuvo en tránsito. Sin embargo, la ternura del pequeño pudo más y terminó conquistándola. Fue así que decidió adoptarlo y darle un hogar definitivo.
Hoy, Ramón disfruta de una vida completamente distinta: duerme calentito, recibe amor a diario y dejó atrás el abandono y la violencia. “Uno menos en la calle”, celebraron con emoción quienes hicieron posible su rescate.
