El jefe de la Unidad Regional, Fredy Vera, confirmó el traspaso de la Policía montada al predio de kilómetro 17, cedido por la municipalidad para el desarrollo de sus actividades. Este traslado, realizado oficialmente el pasado 13 de enero, busca ofrecer un espacio más amplio y adecuado.
El nuevo predio, de 4 hectáreas, permitirá a la Policía montada contar con infraestructura moderna en el futuro, aunque actualmente el lugar está en condiciones precarias. Los corrales para los caballos ya han sido construidos por el propio personal, mientras que los efectivos operan desde una casilla equipada con agua, gas y baños químicos, a la espera de edificaciones permanentes.
“Nuestro principal desafío ahora es proteger a los animales y mejorar las condiciones del lugar. El fuerte viento que afectó a la ciudad hace unos días trajo complicaciones de salud en 12 caballos, lo que refuerza la urgencia de construir reparos adecuados”, expresó Vera, quien destacó la prioridad de avanzar antes del invierno.
Entre los planes inmediatos se incluyen la construcción de refugios para los equinos, la forestación del área, y la proyección de oficinas, guardias y demás instalaciones definitivas para el personal. Según Vera, “el objetivo es contar con un espacio funcional y definitivo para la Sección montada”.
Por otro lado, también se refirió a la obra de la comisaría de Kilómetro 8, que se encuentra en sus etapas finales pero con demoras en los plazos previstos. “Esperamos que sea concluida pronto y esté lista para su inauguración en un futuro cercano”, concluyó.
Este nuevo capítulo para la Policía montada busca asegurar mejores condiciones para el servicio y garantizar la protección del personal y los animales en un espacio diseñado especialmente para sus necesidades.