El expresidente Alberto Fernández se encuentra nuevamente bajo el escrutinio judicial, esta vez por presuntos actos de violencia de género hacia su pareja, Fabiola Yañez.
Las revelaciones provienen de una investigación sobre el escándalo de los seguros, donde se peritó el celular de la histórica secretaria del exmandatario, María Cantero. Este dispositivo fue secuestrado y examinado en el marco de una causa que investiga la intervención de intermediarios en contratos de pólizas entre organismos del Estado.
La polémica se desató cuando la Policía Federal encontró evidencia comprometida en el celular de Cantero, que abarca desde 2019 hasta la actualidad. Aunque la pesquisa inicialmente buscaba información sobre la trama ilícita de los seguros, se hallaron pruebas alarmantes de presunta violencia de género perpetrada por Fernández. Fotos de Yañez con signos visibles de golpes, junto con audios y chats describiendo golpizas en la Quinta de Olivos, complican la situación del exmandatario.
En los chats encontrados, Yañez narra con detalles las agresiones físicas sufridas, describiendo un ambiente de violencia en la residencia presidencial. Estas pruebas fueron notificadas al juzgado, que ahora evalúa los siguientes pasos en la investigación. La situación es delicada, ya que no solo se trata de un exjefe de Estado, sino también de un posible caso de violencia doméstica de alto perfil que conmocionó a la opinión pública.
Además, los peritajes sobre el celular de Cantero revelaron un entramado de corrupción en el que la exsecretaria jugaba un rol central. Según la investigación, utilizó sus vínculos con la Casa Rosada para facilitar contratos millonarios a través de intermediarios, lo que agrava las acusaciones contra Alberto Fernández. Los chats también muestran visitas frecuentes de Martínez Sosa a la Quinta de Olivos, encuentros que no figuran en los registros oficiales, lo cual añade otra capa de irregularidad a la trama.
La causa, encabezada por el fiscal Carlos Rívolo y el juez Julián Ercolini, sigue sumando elementos que complican la defensa de Fernández. En un contexto de creciente atención mediática y social, las nuevas pruebas podrían tener implicaciones significativas tanto en el ámbito judicial como político. Mientras la investigación avanza, la situación de Fernández se torna cada vez más insostenible, teniendo que hacer frente no solo a acusaciones de corrupción, sino también de graves delitos personales.