Delincuentes ingresaron al edificio de Cáritas y se llevaron víveres destinados a familias en situación de extrema necesidad.
Un acto de profunda insensibilidad tuvo lugar este fin de semana en la localidad de Pico Truncado, cuando delincuentes irrumpieron en la sede de Cáritas Argentina, ubicada sobre la calle Belgrano, y sustrajeron alimentos esenciales que estaban destinados a la ayuda comunitaria. El hecho, que se produjo en horas de la madrugada del domingo, dejó a la vista no solo un delito contra una institución caritativa, sino una herida abierta en el tejido social de la ciudad.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes policiales, lo consignado por medios de la zona norte de Santa Cruz y testimonios de voluntarios, los ladrones ingresaron al edificio forzando la puerta principal mediante palanqueo. Una vez dentro, desordenaron el mobiliario y se dirigieron directamente a la cocina, donde se almacenaban los víveres. Entre los elementos robados se encuentran azúcar, leche, aceite y pañales, artículos que tienen como destino habitual a familias con menores en situación de vulnerabilidad.
El detalle con el que actuaron los delincuentes llama la atención. No solo evitaron otros sectores del edificio, sino que se dirigieron con precisión hacia el área de almacenamiento, lo que hace presumir que podrían ser personas que ya conocían el lugar o tenían información previa sobre la distribución de los recursos. Esta hipótesis es una de las líneas que actualmente analiza la Policía de Santa Cruz, que quedó a cargo de la investigación por orden del Juzgado de Instrucción local.
Hasta el momento, no hay detenidos ni mayores pistas sobre los autores del hecho. La policía trabaja en conjunto con el centro de monitoreo municipal para determinar si las cámaras de seguridad instaladas en la zona pudieron registrar imágenes útiles para identificar a los responsables.