Con esta iniciativa, que consta de dos objetivos centrales, las autoridades buscan aliviar a pacientes con epilepsia farmacorresistente, síndrome de Dravet y epilepsia relacionada a Esclerosis Tuberosa.
El Ministerio de Salud, a través del Programa de Cannabis Medicinal, realizó la primera entrega de formulaciones basadas en cannabis a pacientes con epilepsia del Hospital Garrahan y, de este modo, cumplió con su objetivo de “asegurar y promover el cuidado integral de la salud y el acceso gratuito al aceite de cáñamo a toda persona que se incorpore al programa”, se informó hoy oficialmente.
A partir de esta iniciativa del Ministerio, “se garantiza por primera vez el acceso al aceite de cannabis de grado farmacéutico, purificado y altamente concentrado, para el tratamiento de pacientes con epilepsia farmacorresistente, con convulsiones asociadas con el síndrome de Lennox-Gastaut, el síndrome de Dravet y en epilepsia relacionada a Esclerosis Tuberosa”, se indicó a través de un comunicado.
“Estamos haciendo entrega por primera vez de un derivado del cannabis de producción nacional en una política priorizada que va a beneficiar a pacientes que se encuentran actualmente en tratamiento con este producto”, dijo Sandra Tirado, secretaria de Acceso a la Salud, al encabezar el acto en el hospital.
La funcionaria agregó que “es un día importante porque tenemos accesibilidad al tratamiento, producción nacional y este trabajo conjunto entre los hospitales y el Ministerio de Salud de la Nación”.
Los frascos de 35 ml de solución oral que componen esta primera entrega serán distribuidos para cubrir las demandas de los próximos meses para 14 pacientes que tratan sus afecciones en el hospital, marcando un claro avance respecto al acceso a la terapéutica con cannabinoides.
El proyecto regulatorio
El pasado 15 de julio fue aprobado en la Cámara de Senadores de la Nación el proyecto de ley que estableció un marco regulatorio de la cadena de producción, industrialización y comercialización de la planta de cannabis, sus semillas y sus productos derivados para uso industrial y medicinal, incluyendo la investigación científica con vistas a satisfacer el mercado local y generar exportaciones.
El marco normativo buscó “desbaratar el mercado informal de aceites y otras preparaciones herbarias irregulares que existe en la actualidad y terminará con la proliferación de productos que carecen de cualquier tipo de control respecto de su composición y calidad”.
También se indicó que el primer objetivo del proyecto consiste en “establecer un marco legal que autorice -a través de un fuerte esquema regulatorio- las etapas de siembra, cultivo, cosecha, producción, almacenamiento, transporte, comercialización, importación, exportación y posesión de semillas de cannabis, de la planta de cannabis y de sus derivados con fines de aplicación medicinal, terapéutica, paliativa o de investigación científica”.
El segundo objetivo, se detalló en la iniciativa, “consiste en legalizar los diferentes eslabones productivos y de comercialización del cáñamo o cáñamo industrial y sus subproductos”.
Enmarcada en la ley 27.350 de uso medicinal de la planta de cannabis y sus derivados, la entrega constituye un hito que asegura el acceso seguro a los derivados del cannabis con fines medicinales, terapéuticos y paliativos, y será destinada al tratamiento de 14 pacientes.
En el acto de entrega del aceite en el Garrahan, Marcelo Morante, coordinador del Programa de Cannabis Medicinal de la cartera sanitaria, aseguró que “es un momento muy importante donde el Estado se hace presente tratando de asegurar la calidad de un producto estandarizado en una patología que condiciona la calidad de vida de nuestras familias”.
“Este es el escenario ideal para conducir estos procesos: el Estado presente acercando posturas desde la sociedad científica y la mamá que cultiva, encontrando estos espacios de seguridad y eficacia, que es el camino que nos va a conducir a lo que buscamos, que es la mejoría de esta patología que tanto incapacita”.
Por su parte, el jefe del servicio de Neurología del hospital, Roberto Caravallo, indicó que “en estos niños que presentan crisis convulsivas frecuentes o diarias, condiciona la calidad de vida del paciente y de la familia, por lo tanto el uso de este tratamiento es importante para controlar las crisis, disminuirlas y favorecer una mejor calidad de vida del niño y de la familia. Esa es la indicación fundamental de este nuevo producto terapéutico”.
El objetivo del proyecto de ley
La finalidad fue establecer un marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor de la planta de cannabis y sus derivados, garantizando y promoviendo el cuidado integral de la salud.
En este contexto, un trabajo articulado por el Programa de Cannabis Medicinal, el servicio de Neurología del Garrahan lideró una investigación cuyos estudios confirmaron al cannabis y sus derivados “como una herramienta terapéutica valiosa como adyuvante al tratamiento antiepiléptico en niños y niñas con encefalopatías epilépticas refractarias”, dijeron desde Salud a través de un comunicado.
Esos estudios demostraron niveles de mejoría altamente satisfactorios con respuestas positivas en más del 80% de los casos estudiados y una reducción de las crisis al 60%.
También indicaron que su uso contribuye “a mejorar notablemente aspectos cognitivos, conductuales y motores, repercutiendo en una mejora en la calidad de vida, tanto de las y los pacientes como de sus familias”.