Los vecinos advierten que por allí ya cayeron varios perros y que podría ocurrir una desgracia mayor ante la presencia de niños pequeños en la zona.
La historia de Matilda tuvo final feliz, pero pudo terminar en tragedia. La perra se escapó de su casa y después de buscarla varias horas sus dueños detectaron por sus ladridos de respuesta que se había caído por la alcantarilla de una obra hidráulica recién finalizada que no tiene protección, a 30 metros de su casa, en Udaondo al 4100 entre Chacho y Facundo publicó Primer Plano.
Se trata de una obra de desagües pluviales del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires que bajo el nombre Cuenca Las Cabañas- Calles Balbín-Udaondo ejecuta la empresa Carbe S.A. y fue concebida para resolver los problemas hidráulicos del Barrio Tradición, Barrio Nuevo y Haras Miriam.
Matilda tiene 6 años y no tuvo una vida fácil: fue rescatada de cachorrita junto a su hermana Hera de un contenedor en el barrio de Caballito. Estaban en una bolsa junto a otros 6 cachorros muertos. Las encontró una familia que en principio pensó en darlas en adopción, pero después de curarlas, alimentarlas y vacunarlas se enamoraron a tal punto de ambas que fue imposible no quedárselas para siempre. Desde hace 6 meses Eliana Dandrea y su esposo Jonas, los hijos de él, Milo (16) y Gaia (13) y la hija de la pareja Kala (4) se mudaron a Parque Leloir, junto a las perritas y a la otra integrante de la familia, Ani, una Pomerania.
Cuando después de la intensa búsqueda al fin detectaron la presencia de Matilda en la profundidad decidieron llamar a los Bomberos, quienes se acercaron inmediatamente al lugar, hicieron un pozo cerca de la esquina y se fueron rápidamente prometiendo volver con las herramientas necesarias, pero eso no sucedió. Ante una nueva comunicación de Eliana al cuartel le respondieron que volverían a la mañana siguiente porque ya caía la noche. Pero ella sabía que esas horas eran cruciales para salvar a Matilda, así que comenzó a hacer llamados hasta dar finalmente con Daniel Spinelli, un rescatista de animales de Villa Udaondo que fue protagonista de varias historias narradas por Primer Plano Online.
Cuando él llegó al lugar y escuchó a la perra ladrar se comunicó nuevamente con los Bomberos e insistió hasta que enviaron al lugar una dotación y personal de Defensa Civil. “Parece que la vida de un animal no tiene la misma importancia para ellos que la de un ser humano; para mí sí”, nos contó indignado.
Mientras tanto Jonas, el dueño de Matilda, desesperado se comunicó mediante una videollamada con la persona encargada de la obra hidráulica realizada frente a su casa hacía un tiempo, de quien conservaban el contacto: él ofició de guía para dar con el lugar exacto donde debían excavar y de inmediato comenzó con la tarea. Poco después llegaron los Bomberos quienes debieron romper unos 30 centímetros de tosca, levantar una tapa y desplegar una escalera para descender a una profundidad de 4 metros. Pero cuando bajó el bombero no pudo agarrar a Matilda, ya que la perra se alejaba ante cada llamado.
“Por su historia, Matilda es extremadamente asustadiza, escurridiza con gente desconocida y la perturban las voces fuertes de los hombres; seguramente será parte de su trauma de bebé abandonado”, le confió Eliana a nuestro medio.
“Yo sabía que no la iban a poder sacar. Además, los ruidos que habían hecho los bomberos la habían puesto en estado de alerta y yo temía que empezara a correr por el tubo y no pudiera salir nunca más”, cuenta hoy aún angustiada.
En principio el responsable del cuerpo de Bomberos se negó a que fuera la mujer quien bajara pero ella insistió, haciéndose responsable por lo que pudiera ocurrirle y finalmente accedieron. “No tuve miedo, solo quería tenerla en mis brazos sabiendo que había estado horas sufriendo en ese lugar sin luz, sin agua, con miedo”, nos explica. Así fue que le pusieron un traje de bombero, un casco, la ataron con un arnés y sintiéndose absolutamente segura descendió. Unos 4 metros más abajo la asistía un bombero que le proporcionaba luz y guía para encarar la tarea de rescate.
Una vez en la base, inmediatamente Matilda fue al encuentro de su dueña y juntas salieron tras trepar por la escalera hasta la superficie en plena noche. Esa tarea no insumió más de media hora.
En buenas manos: Matilda arropada por Kala, la más chiquita de la familia
Eliana nos cuenta que tras el episodio Matilda quedó completamente traumada, dolorida, raspada en las axilas ya que seguramente intentó treparse para salir. Tiene una pata lastimada y le cuesta pisar. Toma agua con gotero ya que no tiene voluntad de beber por sí sola y apenas acepta comer. Mientras tanto recibe tratamiento veterinario homeopático y el amor de todos los integrantes de la familia que celebran tenerla nuevamente en casa sana y salva.
Consultados por este medio, fuentes del Municipio de Ituzaingó indicaron que no está previsto colocar rejas ni ningún tipo de protección en el ingreso de estas alcantarillas. Explican que cuando el agua corre por la zanja y llega al sumidero, en caso de estar enrejado se correría el riesgo de que se tape con hojas o bolsas de residuos provocando un anegamiento que es justamente lo que se quiere evitar.