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miércoles, agosto 27, 2025
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Buenos Aires

Es enfermera hace 22 años pero cartonea para sobrevivir: “Es para llegar a fin de mes”

Sandra trabaja en el Hospital de Niños y, tras cumplir su turno, recorre las calles juntando cartón para poder pagar el alquiler y los impuestos.

La crisis salarial en el sistema de salud pública golpea con fuerza a miles de trabajadores en todo el país. Enfermeros, médicos y técnicos denuncian que sus ingresos son cada vez más bajos, al punto de empujarlos a buscar empleos alternativos o migrar directamente al sector privado.

En ese escenario se inscribe la historia de Sandra, enfermera del Hospital de Niños de San Justo, que tras finalizar su jornada laboral comienza una segunda rutina: recorrer las calles de la zona para juntar cartón.

“Salí a las dos de la tarde del hospital y, como todos los días, vengo a levantar cartones. No nos alcanza, tenemos un sueldo indigente”, relata. Sandra tiene 22 años de profesión y, sin embargo, apenas logra cubrir los gastos básicos.

“Uso el auto como carro de cartonero, lo lleno siempre. Empecé antes de la pandemia, hace seis años, y desde entonces no paré. Soy sola, imaginate lo que es para las familias de cinco o seis personas”, cuenta a Telenoche.

El salario que percibe Sandra como trabajadora municipal es de $600.000. “Nada”, resume. “¿Qué te alcanza con eso si además tenés que pagar un alquiler? Nada. Y encima todos los meses suben los impuestos. El cartón no deja mucho, pero es una ayuda para llegar a fin de mes”, sostiene la mujer.

La situación de Sandra no es un caso aislado. Cada vez más profesionales de la salud pública complementan sus ingresos con otros trabajos. Algunos, como ella, cartonean. Otros hacen guardias en clínicas privadas o se emplean en comercios.

“No es lindo hacer esto. A nadie le gusta salir a cartonear después de trabajar en lo que estudiaste. Si tuviéramos un sueldo digno, nadie lo haría. Trabajaríamos en un solo turno y viviríamos de nuestra profesión”, señala.

Conmocionada, Sandra se pregunta por qué no aumentan los sueldos: “El intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, debe actuar. Y no es que dependa de Nación o Provincia: es un tema municipal”.

La enfermera, que lleva más de dos décadas atendiendo a niños y familias en el hospital, no es optimista con respecto al futuro: “No veo mejoría. Creo que voy a seguir juntando cartón”.

Su testimonio es un reflejo de un sistema cruel en el ámbito de la salud pública. Profesionales formados, con años de experiencia, que deberían estar íntegramente dedicados a su tarea, se ven forzados a sobrevivir con changas o trabajos informales. Mientras tanto, el sector privado absorbe a los que pueden dar el salto, y los hospitales públicos quedan cada vez más desbordados y con menos personal.

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