Brian Ariel Farías, egresado de Ingeniería Electrónica y primer universitario de su familia, fue distinguido con el Premio “Ing. Isidoro Marin” por su destacado desempeño académico, en una ceremonia realizada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Con apenas 26 años, Brian Ariel Farías acaba de sumar un hito que trasciende lo individual. Egresado de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, fue distinguido con el Premio “Ing. Isidoro Marin”, otorgado por la Academia Nacional de Ingeniería a los mejores graduados del país.
Nacido en Pico Truncado, Santa Cruz, Brian realizó sus estudios primarios en la Escuela N° 52 y cursó la secundaria en la Escuela Industrial N° 2. Más tarde eligió Comodoro Rivadavia para formarse como Ingeniero Electrónico en la UNPSJB, donde se destacó por su dedicación y su excelente desempeño académico. Primer universitario de su familia, su recorrido sintetiza el impacto transformador de la universidad pública en la vida de quienes acceden a ella.
“La primera sensación fue de alegría y orgullo para mi familia. Ellos son los primeros en saber de estos reconocimientos”, contó Brian. Si bien al principio no conocía el alcance del galardón, al investigar su significado comprendió la magnitud de la distinción. La invitación para viajar a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires llegó con dos meses de anticipación y la Universidad lo acompañó desde el primer momento, brindándole apoyo para el traslado y el alojamiento. “Por eso y por todo lo que me dio la Universidad, estoy muy agradecido”, expresó.
A la ceremonia lo acompañó su madre, una presencia que convirtió la experiencia en algo aún más especial. “Es la persona más importante en mi vida”, afirmó. Aunque otros seres queridos no pudieron estar por razones laborales o económicas, Brian destacó el apoyo permanente de su familia, su padrastro, sus hermanas, su hermanito y sus tres amigos más cercanos, quienes siguieron el acontecimiento desde la distancia.
Para el joven ingeniero, el premio tiene un significado profundo. No solo reconoce el esfuerzo individual, sino que pone en valor el estudio como motor de desarrollo social. “El mensaje es claro: reconocer a quienes dedican gran parte de su vida a formarse. Los estudios son los que nutren a cualquier sociedad”, reflexionó. Al mismo tiempo, el reconocimiento funciona como impulso: “Me recuerda que tengo un potencial por explotar y muchas formas de devolverle algo a la comunidad”.
Brian es el primer graduado universitario de su familia y sueña con que no sea el único. Aunque hoy practica fútbol de manera ocasional, proyecta seguir vinculado al ámbito académico, ya sea continuando su formación o dando clases en la Universidad. Entre los agradecimientos, dedicó palabras especiales a los docentes y a la Facultad de Ingeniería, destacando el acompañamiento durante la pandemia para sostener la calidad educativa y evitar la deserción estudiantil.
“Para quienes hoy están estudiando y a veces se desmotivan, solo puedo decir que la recompensa vale la pena. A veces parece que la meta está muy lejos, pero la clave es concentrarse en cada pequeño avance y disfrutar lo que se aprende todos los días”, aconsejó. Convencido del valor de la universidad pública, aseguró que no la concibe como un gasto, sino como una inversión que enriquece a toda la sociedad.
La ceremonia de entrega de diplomas y medallas se realizó el viernes 5 de diciembre en el Aula Magna de la Academia Nacional de Medicina, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Desde la UNPSJB celebraron el logro de Brian Ariel Farías y acompañaron a una nueva generación de ingenieros e ingenieras llamados a impulsar soluciones innovadoras y asumir los desafíos estratégicos del futuro.