La pintora argentina Diana Dowek, hija de una inmigrante siria, vuelve a exponer. Esta vez, consiste en una muestra compuesta de siete pinturas en homenaje a las vivencias de los trabajadores de la salud durante la pandemia.

El Pabellón de Bellas Artes de la UCA vuelve a abrir sus puertas después de dos años de pandemia y lo hace con la muestra “A la primera línea”, de la pintora Diana Dowek, una memoria visual desde aquellos primeros días de total incertidumbre, cuando apenas se decretaba el primer aislamiento, y “un homenaje a todos los trabajadores“, dice la artista de 80 años reconocida por la actualidad social y política de su extensa trayectoria, si bien estas imágenes están centradas en fotografías publicadas por los medios de comunicación sobre el derrotero emprendido por los trabajadores de la salud.
Siete pinturas de gran formato, un instalación simple y cruda -una camilla metálica cedida por el Sindicato de Sanidad con una sábana blanca donde se proyectan “todas las palabras instaladas en pandemia”, dice Dowek, algunas en “flu”, aclara, su manera de referirse al fuera de foco, otras totalmente nítidas. Muerte es una de ellas. “Al flu lo elegimos para darle más movimiento a las palabras, algunas están bien afirmadas: enfermero, camillero. En cambio el egoísmo es relativo. El caos es contundente. Lo incuestionable está totalmente en foco. Lo que es casi un hecho”, indica mientras la proyección avanza en negro sobre la sábana.
Esas mismas pinturas se reproducen en el loop de una pantalla. Obreros de la sanidad que se abrazan desgarrados, descansan en sillas duras de salas vacías de hospital, salen a la calle como una especie de eternautas. “Reabrir con esta muestra es muy importante. Lo que dicen esas obras, el fondo negro, los abrazos, forman parte de todo lo que hemos vivido -nadie ha dejado de sufrir esta pandemia- y genera una toma de conciencia en el espectador. Mucho sucedía tras bambalinas, en corredores hospitalarios”, un relato que hoy parece tan real como ajeno y que como bagaje pandémico deja la posibilidad de poder ser seguido, en breve, por la red, “si bien el presencial es insustituible”, dice la directora del Pabellón, Cecilia Cavanagh.
El historiador y ensayista José Emilio Burucúa le dedica unas líneas a esta crónica visual: “Seguir la cronología de Dowek sobre la pandemia es echar luz y comprender la evolución psíquica y existencial de cada uno de nosotros a lo largo de esta catástrofe. ‘Pandemia’ a secas y ‘La larga marcha’ representan en un despliegue de ambas procesiones -la que viene hacia nosotros y la que se aleja- la ajenidad de los personajes respecto de nuestra humanidad sencilla de caras visibles y vestimentas habituales”.

Las obras aquí expuestas son pinturas, pero hasta el 2020 Dowek trabajó con fotografía transferida. Volvió a Buenos Aires el domingo último desde Málaga, donde trabajó sobre lo que se conoce como “Los otros Guernica” o “La Desbandá”, la matanza fascista que nadie había pintado y que multiplicó por 10 a la de Guernica, ocurrida dos meses después. Lo de Málaga fue en febrero y el bombardeo que generó ese emblema picassiano fue en abril, el mismo año de 1937 unas 300.000 personas escaparon por la ruta que va de Málaga a Almería para sobrevivir de los disparos por mar, tierra y aire de los fascistas de Franco, Hitler y Mussolini. En esos 240 kilómetros cerca de 6.000 murieron.
Ganadora de algunos de destacados premios como el Konex, desde 2020 miembro de la Academia de Bellas Artes. Su pintura busca un nuevo realismo, los refugiados y migrantes son uno de sus objetos de estudio, la violencia social también. Imágenes de las manifestaciones durante la crisis argentina de 2001, las Madres en la Plaza de Mayo, La tragedia de Once son parte de su producción.
Por su parte, Diana Dowek expresó: “La pandemia nos tomó muy de sorpresa y cuando se puso muy difícil con el aislamiento y las muertes de quienes acudían en consulta a los servicios de salud y de lo que prestaban ayuda desde la sanidad -médicas, médicos, enfermeros y enfermeras- me conmovió muchísimo la situación y me puse a trabajar con fotos publicadas durante 2020 en medios de comunicación. La pandemia es una situación de mucha conmoción y desgarro. Yo siempre trabajo con el testimonio, es decir, la foto. Trabajo mucho con las migraciones, por lo tanto necesito las fotos de las migraciones a través del mundo, un problema característico de nuestra época. Soy una documentalista, mi trabajo es ser memoria viva a través del arte”.