Natalia Ruiz denunció públicamente que Gabriel Paulo Chávez, el hombre que la agredió en abril en una parada de colectivo, está actualmente a cargo de talleres de guitarra en la vecinal del Abel Amaya. “Es un peligro para la sociedad y lo dejan trabajar con chicos” manifestó.
Natalia Ruiz denuncia que su acosador está dando clases de guitarra en el barrio Abel Amaya y que desde la vecinal que no piden antecedentes a talleristas.
La víctima denunció públicamente que Gabriel Paulo Chávez, el hombre que la agredió en abril en una parada de colectivo, está actualmente a cargo de talleres de guitarra en las vecinales de los barrios Abel Amaya y 1008 Viviendas. El caso generó indignación, ya que se trata de actividades destinadas a niños y adolescentes.
“Chávez es el sujeto que me agredió en la parada del colectivo de la línea número 5 el día 6 de abril”, relató Ruiz, quien fue víctima de un violento ataque por parte del hombre, que luego, en audiencia judicial, se disculpó y admitió los hechos. “Se presentó pidiendo disculpas y se hace cargo de todo lo que hizo. Él respondió que me había visto como un demonio y por eso me atacó”, recordó la joven.
Pese a esa situación, Natalia asegura que el acusado sigue en contacto con menores: “Está dando clases en la vecinal del Abel Amaya . Son talleres municipales los que da. Es una persona que es un peligro para la sociedad y lo dejan trabajar con chicos. No se entiende”.
Según explicó, al consultar en la vecinal, le manifestaron que desconocían los antecedentes del tallerista: “Me dijeron que si tienen el espacio tienen que cederlo. Pero al parecer no tenían los datos del sujeto porque desconocían la situación. Ahora van a tratar de conseguirlos para poder darle de baja en la actividad”.
Además, Natalia intentó notificar en Fiscalía lo sucedido, pero se encontró con una respuesta desconcertante. “Me acerqué a Fiscalía y me dijeron que están en feria y ahora no podían atenderme. Me dijeron que el día 21 de julio recién me iban a atender. De acá a 6 meses tienen que tener la resolución y mientras tanto no podemos hacer nada”.
La mujer también publicó un descargo en redes sociales, en el que expresó su hartazgo:
“¿Cómo puede ser que un sujeto que ataca a personas diciendo que ve demonios, que acosa y abusa, que muestra sus partes íntimas en la vía pública, esté trabajando con niños y adolescentes como si nada?”, escribió, y agregó: “Yo opté por hacer las cosas bien, esperé, confié en los tiempos de todos… pero la paciencia se me esfumó. Hoy me la colmaron. ¿Qué más necesitan para actuar?”.