El conductor de Telefe fue denunciado por una situación que se remonta a mediados de la década del noventa.
Alejandro “Marley” Wiebe fue denunciado por corrupción de menores. La víctima, hoy de 45 años, relató con muchos detalles la relación que mantuvo cuando tenía 17 años con el conductor de Telefe.
“Es un hombre de 45 años que vive en los Estados Unidos. Es voluntario en la Cruz Roja y además ayuda a chicos vulnerables y lucha contra la pedofilia. En ese marco y a partir de las denuncias que trascendieron como el caso de Jey Mammon hubo un revuelo. Se habló de denuncias contra Marley que no se efectivizaban en la justicia hasta hace algunos días”, comenzó contando Pablo Ponzone, periodista de América Noticias.
“En 1996, lo conoció por correo electrónico, dijo que se parecía a un actor y me interrogaba por mi vida y mi intimidad. Esta persona era 10 años mayor que yo y me mandaba correos acosándome diariamente”, leyó el periodista en LAM (América).
Y siguió citando textuales de la denuncia de Adrián Alfredo Molina contra el conductor de Telefe: “Me citó en una esquina de Palermo, donde nos conocimos personalmente. Para ese entonces él ya se había transformado en alguien de confianza, en la única persona que sabía todo de mi vida… en esta ocasión me subí a su automóvil en el área Libertador e inmediatamente me llevó por la autopista Panamericana a su casa de zona norte”.
“Yo era un adolescente muy tímido, introvertido, que tenía solo una amiga a quien le conté estas confidencias… Esa manipulación y mi inmadurez me llevaron a tener relaciones con él. Me buscaba en una esquina acordada previamente y me llevaba a su casa, donde comíamos y teníamos relaciones sexuales. Esto se inició cuando yo tenía 17 años y duró por más de tres años”, sostiene la víctima en su denuncia.
“Tiempo después tome conciencia que la relación fue netamente sexual, limitada a las cuatro paredes de su casa, excepto por un par de viajes fuera de Buenos Aires. Incluso, cuando estábamos en su casa me obligaba a que no me acerque a la cocina en planta baja porque nos podía ver una vecina, y si salíamos a la piscina en el jardín, siempre teníamos que estar alejados para evitar que puedan vernos”, agrega.
Además, cuenta en la denuncia que hizo en Argentina que el conductor “colocó en mi nariz una sustancia que se llama poper, mientras me convencía para tener sexo en el jazucci. Me desmayé…”. En otro fragmento de la denuncia narra que el conductor “pretendía orinarme y que me tome su orina”.