El damnificado realizó la compra hace 20 días atrás, y aún no tiene respuesta por parte de la casa de electrodomésticos.

Todo comenzó cuando Jorge decidió comprar un nuevo lavarropas para su hogar. Después de investigar y comparar opciones, se decidió por un modelo que tenía un valor de 400 mil pesos. El comercio le aseguró que el producto estaría disponible en una semana y que se lo enviarían a su casa. Sin embargo, al día siguiente de realizar la compra, se produjo el primer fuerte aumento del dólar, lo que marcó el inicio de un proceso complicado.
Después de siete días, el plazo originalmente acordado para la entrega, Jorge y su familia llamaron a la tienda para confirmar la llegada del lavarropas. Para su sorpresa, les informaron que el producto no estaba en stock y les sugirieron que se acercaran a la sucursal para considerar otras opciones. Al llegar a la tienda, les ofrecieron un modelo diferente con un valor de 400 mil pesos, que tenía una calidad inferior al que habían comprado originalmente. La situación generó una discusión con el gerente del comercio.
Sin embargo, en medio de la tensión, se produjo un giro inesperado. El lavarropas que habían comprado finalmente apareció: estaba en otra sucursal. Les aseguraron que lo recibirían en 15 días. Sin embargo, la espera continuó y, en una comunicación reciente, se les informó que el lavarropas se encontraba en una sucursal de Rosario y no tenían cómo traerlo.
La situación llevó a Jorge y su familia a tomar medidas. Fue así que presentaron una denuncia en la Defensoría del Consumidor para abordar lo ocurrido en la entrega de su compra. Según las normativas, la tienda ahora tiene un plazo de dos semanas para notificar a Jorge sobre la denuncia y encontrar una solución al problema.
Hasta el día de hoy, el lavarropas que Jorge compró aún figura como disponible en stock en la página web del comercio.