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viernes, noviembre 22, 2024
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Fanatismo

Bangladesh le pedirá a la Argentina llevar la Copa de Qatar a su país para continuar con los festejos

El país asiático potenció su fanatismo por el seleccionado de Scaloni durante el Mundial y ahora quieren ver la copa en su tierra

a locura de Bangladesh por la selección argentino quedó reflejada durante el Mundial de Qatar 2022. Muchísimas imágenes y videos viralizados en las redes sociales mostraban a los habitantes de ese país de Asia del sur festejando los goles y las victorias, alentando al campeón del mundo. Incluso, hasta generaron la reacción del Gobierno, que anunció en plena competencia la reapertura de la embajada en ese suelo asiático. Con todo este escenario, la idea es que la Copa del Mundo vaya a Bangladesh.

En las últimas horas, varios medios internacionales se hicieron eco de la información. Es que, el Ministro de Estado de Relaciones Exteriores, Md. Shahriar Alam, manifestó que se hará una propuesta formal al gobierno argentino para llevar el trofeo del Mundial a Bangladesh.

“Escuchamos a los fanáticos de nuestro país exigirnos traer el trofeo de la Copa del Mundo que ganó la Argentina. Sabemos que los jugadores están muy ocupados en este momento. Entonces, incluso si los futbolistas no pueden, nos ofreceremos a traer el trofeo a Bangladesh con un representante. Pronto haremos esa propuesta”, reveló el funcionario a varios periodistas en un evento en Rajshahi, ciudad bangladesí, este último miércoles.

Además, Shahriar Alam, en respuesta a una pregunta expresó: “Hay muchos seguidores de diferentes equipos en nuestro país. Pero después del triunfo de Argentina en la final de la Copa del Mundo, parece que la nación sudamericana tiene la mayor afición aquí”.

El Ministro de Estado también habló sobre lo que se sabe en Argentina en cuanto a la pasión de los habitantes del país asiático, y por otro lado se refirió a la reapertura de la embajada: “Argentina está muy atenta a la locura de los fanáticos de Bangladesh hacia su selección de fútbol. También sabemos que han decidido abrir una embajada en Bangladesh. Tal vez el trabajo comience muy pronto”, agregó.

El seguimiento de los habitantes de Bangladesh se dio a lo largo de todo el Mundial de Qatar 20220, pero la mayor muestra se dio en la final ante Francia. Aquella noche los fanáticos corearon sin parar el nombre del capitán argentino al grito de “Messi, Messi”. También se emocionaron el logro obtenido y bailando en las calles para celebrar la victoria.

Cientos de miles de personas desafiaron las bajas temperaturas para ver el partido de la definición en pantallas gigantes instaladas en las principales plazas, carreteras y campos de fútbol de la capital, Dhaka. Muchos vistieron los colores celeste y blanco de la Argentina y además, otros lucieron la icónica camiseta número 10 de Lionel Messi. Por cierto, la admiración mutua y el respeto compartido entre la Argentina y Bangladesh ha creado una hermosa amistad.

El fenómeno de los fanáticos de la selección argentina en Bangladesh tiene una historia de décadas, pero nunca tuvo tanto impacto en este país como en el Mundial de Qatar, especialmente gracias a las redes sociales, donde las imágenes de las grandes multitudes de bangladesíes celebrando cada triunfo de la Argentina se hacían virales apenas terminaba cada partido, aun cuando en aquel remoto país asiático –apenas más chico que Uruguay, pero con 166 millones de habitantes- eran las 3 o 4 de la mañana. El impacto fue tal que en los festejos en la Argentina se empezaron a ver las banderas verdes y rojas de Bangladesh y hasta surgió un súbito interés por la selección de cricket de aquel país vecino de la India, en una suerte de alianza de apoyo mutuo.

¿Cuál es el origen de la pasión bangladesí por la Selección? Más allá de las teorías que unen su historia como colonia del Imperio británico, la disputa por las islas Malvinas y el emblemático partido de la “mano de Dios” frente a Inglaterra en el Mundial 86, en el que Argentina salió campeón por segunda vez, los propios fanáticos se limitan a dar dos nombres para explicar el comienzo de esta locura: Diego Maradona, para una generación, y Lionel Messi, para la siguiente.

Con una selección que nunca se clasificó a un Mundial, los colores celeste y blanco son los encargados de llevar alegría y entusiasmo a un país golpeado por los desastres naturales, condiciones laborales extremadamente precarias, un 12 por ciento de pobreza y una crisis de refugiados por la llegada de rohingyas desde Myanmar.

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