Después de la brutal represión de la policía brasileña a los hinchas visitantes en las tribunas, Argentina se impuso con un gran cabezazo de Nicolás Otamendi.
Brasil no había perdido nunca por Eliminatorias de local hasta que Argentina llegó al Maracaná como campeón del mundo. Con un gol histórico de Nicolás Otamendi, la selección nacional le ganó 1 a 0 por la sexta fecha de las Eliminatorias Sudamericanas. El triunfo tuvo un sabor especial, porque el comienzo del encuentro se demoró media hora por la brutal represión de la policía sobre los hinchas argentinos en las tribunas.
Incluso, cuando el plantel argentino volvió al campo para jugar el partido, hubo un cruce muy picante entre Lionel Messi y Rodrygo. En el medio se metió De Paul y se sumó a la discusión, aunque sin violencia física., pero el capitán del campeón del mundo se mostró muy enojado con el delantero del Real Madrid.
La crónica del partido
El partido comenzó con la misma tensión que se vivió en la previa. Cada dividida fue una batalla y en ese contexto el árbitro Piero Maza le sacó amarillas a Gabriel Jesús y a Raphina por infracciones en el rostro sobre Rodrigo De Paul. Las faltas fueron casi todas del local y las sanciones el juez fueron cuestionadas constantemente. Los primeros 25′ no tuvieron situaciones de gol.
Messi lució notablemente mermado en lo físico y se hizo masajear el aductor de la pierna derecha en reiteradas oportunidades al costado del campo de juego. En ese contexto, la presión alta de Brasil le impidió jugar a Argentina y tuvo la suya con un tiro libre de Raphina que salió cerca del travesaño de Dibu Martínez.
La más clara del partido llegó a los 43′, luego de un rechazo parcial del Dibu y el remate de Martinelli fue despejado en la línea por el Cuti Romero.
En el segundo tiempo, las diferencias futbolísticas se profundizaron. Brasil generó dos situaciones claras utilizando mejor los espacios. La primera fue una pelota alta para Rodrygo a las espaldas de Acuña, que el arquero argentino tapó sin problemas. Al toque, Gabriel Jesús se le escapó al Cuti Romero y se fue de frente arco. El Huevo cruzó y evitó su remate, pero Martinelli quedó mano a mano y Martínez le negó el primero con los pies.
Pasados los 15′ del complemento, Argentina se pudo acomodar en campo rival con Julián Álvarez dándole profundidad al equipo. Messi tuvo un par de remates que le taparon, pero la pelota se fue al córner y de ese tiro de esquina vino el gol albiceleste. Lo Celso tiró un buen centro desde la izquierda y Nicolás Otamendi se suspendió en el aire, le ganó a André y metió un frentazo fantástico para abrir el marcador.
Brasil sintió el golpe y Fernando Dinis movió el banco buscando respuestas. Sin embargo, Argentina supo aguantar esos minutos posteriores al gol y se alejó del arco propio con los ingresos de Lautaro y Di María, que reemplazó a un Messi lesionado.
Sobre los 35′ del segundo tiempo, el ingresado Joelinton se agarró con De Paul mientras Brasil intentaba salir del fondo. El volante argentino cayó al piso por un supuesto golpe mientras corrían y el árbitro Piero Maza le sacó la roja directa al delantero local.
En los últimos minutos Argentina estuvo más cerca del segundo que los rivales de la igualdad. El pitazo final de Maza determinó la primera derrrota de Brasil en la historia jugando de local por Eliminatorias. Además, la selección albiceleste pasó al frente en el historial con el rival de toda la vida.