Un hombre fue condenado a 11 años de prisión por asesinar brutalmente a su cuñado con más de 100 puñaladas. El acusado aceptó su culpabilidad y accedió a un juicio abreviado.
Después de más de un año del crimen, llegó la sentencia para Santiago Isaías González, el protagonista de un sangriento homicidio ocurrido en Trelew, Chubut. El hecho tuvo lugar el mediodía del 26 de mayo de 2024, cuando González ingresó a un departamento y apuñaló sin piedad a su cuñado, Brian Emanuel Martínez. Usó un cuchillo de cocina de gran tamaño y lo atacó más de cien veces, propinándole la última puñalada en el cuello justo cuando la Policía ya había entrado a la vivienda.
Tras reconocer su responsabilidad y con el consentimiento de la familia de la víctima, el homicida accedió a un juicio abreviado y fue condenado a once años de prisión efectiva.
Según reconstruyó la Fiscalía durante la investigación, González sabía que Martínez se encontraba en el domicilio junto a una mujer. Cuando irrumpió, llevaba consigo un cuchillo con una hoja de 21 centímetros. Además de la mujer, en la vivienda también estaban su madre y un amigo.
Al llegar, se desató una discusión entre los dos hombres. Las mujeres escaparon rápidamente y llamaron a la Policía. Mientras tanto, González trabó la puerta y se abalanzó sobre su cuñado, al que comenzó a apuñalar repetidamente en el rostro, el cuello y el torso.
Según la defensora Romina Rowlands, su cliente habría actuado bajo “emoción violenta”, ya que, según sus dichos, su hermana –la pareja de la víctima– presentaba lesiones atribuidas a Martínez.
Cuando los efectivos policiales lograron ingresar al lugar, encontraron una escena aterradora: González estaba encima de Martínez, cuchillo en mano, con un guante de látex puesto. Sin mirarlos siquiera, pronunció: “Acá lo terminó” y le asestó una última cuchillada en el cuello, cortando la arteria carótida y provocando su muerte en el acto.
Los peritos forenses confirmaron luego que esa fue la lesión fatal, aunque también detallaron que el cuerpo presentaba más de cien cortes en distintas partes.
Tras reducirlo, la Policía procedió a su detención. Ya en el proceso judicial, el caso fue calificado como “homicidio simple en carácter de autor”, y el juez Javier Allende validó el acuerdo alcanzado entre las partes, al que también adhirió la madre de la víctima.
La condena final fue de 11 años de prisión, tras la aceptación de responsabilidad por parte del acusado. El juicio abreviado fue aplicado bajo lo dispuesto por el artículo 355 del Código Procesal Penal.