Frente a la preocupante disminución de la cobertura de vacunación y la aparición de brotes de enfermedades prevenibles como sarampión y varicela, el Comité Ampliado de Inmunización, que nuclea a instituciones públicas y privadas con vacunatorios en la ciudad, ha implementado un protocolo unificado de acción ante casos de negativa a la vacunación.
En diálogo con FM La Petrolera, Andrea Alonso, coordinadora del Programa Ampliado de Inmunizaciones del sector sur, explicó que la medida busca garantizar el derecho a la salud, tanto individual como colectivo, en el marco de la Ley Nacional N.º 27.491 que establece la vacunación como obligatoria y de interés público.
“El vacunador, frente a una negativa, muchas veces queda sin herramientas. Por eso, diseñamos este protocolo que activa un circuito de intervención legal y social para abordar cada caso, especialmente cuando se trata de menores”, explicó Alonso.
¿Cómo funciona el protocolo?
El procedimiento contempla varias etapas de abordaje:
Primera instancia: El personal de salud elabora una anamnesis y evaluación de riesgo. Si el paciente o sus tutores rechazan la vacunación, se deriva el caso a trabajadores sociales del sistema público (ya sea del hospital o de organismos provinciales).
Segunda instancia: Se brinda información personalizada sobre la importancia y seguridad de la vacunación. Si la negativa persiste, se entrega una notificación escrita otorgando un plazo de 15 días para que la persona se vacune en el centro de su elección.
Tercera instancia: Si no hay respuesta, se realiza una nueva notificación y seguimiento domiciliario. Si tampoco se obtiene cumplimiento, el caso es derivado a Asesoría de Familia, donde se evalúa la posibilidad de intervención judicial o, en casos extremos, la vacunación compulsiva, amparada por la legislación vigente.
“No buscamos sancionar ni obligar de forma autoritaria. Queremos informar, explicar y que las personas comprendan el impacto positivo de las vacunas. Pero si hay riesgo para el resto de la comunidad, la ley también nos respalda para actuar”, señaló Alonso.
Brotes y desinformación
La funcionaria indicó que los recientes brotes de varicela, sarampión y rubéola fueron contenidos a tiempo gracias a la vigilancia epidemiológica. Sin embargo, advirtió que el descenso sostenido en la cobertura aumenta el riesgo de reaparición de enfermedades erradicadas como la polio.
Alonso también se refirió al impacto de la desinformación en redes sociales: “Más del 50% del contenido antivacunas está basado en datos científicos reales, pero tergiversados. Se genera una falsa sensación de verdad que confunde a muchos padres. La decisión de no vacunar no viene del rechazo a sus hijos, sino del miedo o la desinformación.”
Por último, recordó que vacunar salva vidas: “Una sola donación de sangre puede salvar tres vidas. Con las vacunas pasa algo parecido: cada niño vacunado protege también al entorno que no puede vacunarse.”