La fiscalía no halló un solo indicio que respaldara su testimonio inicial contra un productor de El Hoyo. Estuvo detenido y ahora lo sobreseyeron.

Enrique Silva, reconocido productor de fruta fina de la localidad cordillerana de El Hoyo, fue sobreseído por la Justicia de Chubut tras el pedido de la Fiscalía de Lago Puelo.
El hombre había estado detenido y luego con prisión domiciliaria en 2024 por la presunta violación de una joven que trabajaba para él, en un caso que conmocionó a la Comarca Andina y generó una fuerte condena social y marchas para pedir justicia..
Pero un año después, la Fiscalía informó que no encontró elementos probatorios para sostener la acusación, y cerró así un expediente que había generado un escándalo. Silva había sostenido su inocencia desde el primer momento.
Según la gacetilla difundida en su momento por la Fiscalía de Esquel, la tarde del 6 de julio la víctima habría sido interceptada por Silva en su chacra. El empresario le habría dado un jugo que la habría descompuesto hasta hacerle perder la conciencia.
La joven recordaba únicamente estar acostada con el imputado detrás, quien le habría dicho que a él no le pasaría nada porque “les pagaba a los jueces”.
La madrugada del 7 de julio, la denunciante fue hallada en un camino corriendo sin rumbo. Dijo que recién “despertó” en el hospital, con dolor en la zona genital. En muy mal estado, sostuvo que había sido abusada varias veces por Silva.
Incluso, en un momento trascendió que les había contado a los médicos y a la policía que en la propiedad del sospechoso había varias mujeres más, y otros hombres, por lo que en El Hoyo empezaron a escucharse acusaciones de trata de personas.
La investigación del caso
El fiscal Nicolás Vasiliev ordenó procedimientos en 10 propiedades de Silva y su hijo: hubo allanamientos en casas, fincas, oficinas, departamentos y galpones. También el inmueble donde vivía la denunciante.
La presunta víctima había declarado que su encuentro con Silva fue el sábado 6 a las 18 horas y que el supuesto abuso ocurrió la madrugada del domingo 7.
Sin embargo, según el informe de la fiscalía al que tuvo acceso Diario Jornada, las cámaras de seguridad de un supermercado mostraron que ese sábado a esa hora la joven había ido en moto con otro joven de compras. Y que se la veía en buen estado.
¿Cómo después de ser drogada se fue tranquila de compras y participó de una reunión de amigos en otra casa donde tomaron y bailaron? Todos la vieron ese sábado y nadie notó nada extraño. Por otro lado, su madrina declaró que estuvo todo ese día con la supuesta víctima.
A esos indicios, se sumó que un examen físico no halló indicadores de abuso. El Laboratorio Regional de Genética Forense del Poder Judicial de Río Negro concluyó que no había material genético del imputado en las prendas o en el cuerpo de la víctima
En cuanto al misterio de la bebida, el análisis de sangre de la chica no detectó medicamento, estupefaciente ni psicotrópicos, excepto el alcohol que habría consumido la fiesta con amigos, y que -se especula- pudo generar el mal estado en el que fue encontrada.
La Fiscalía tampoco encontró evidencias en los celulares. Y agregó que durante la entrevista y en su relato en Cámara Gesell, la joven no expresó ningún hecho de relevancia penal. No recordaba lo que había les había dicho a los médicos tras ser hallada en la vía pública y tampoco a la Policía. No supo qué decir al respecto.
¿Lo que contó fue un sueño?
“Esas referencias o indicaciones han quedado solo en ese momento y nunca más dijo nada al respecto, pese a los intentos y al acompañamiento que realizó el Servicio de Asistencia a la Víctima del Delito por indicación de este MPF”, escribió el fiscal.
“No pudo apalabrar ni explicar o decir siquiera algún elemento que nos hubiera permitido avanzar en el proceso penal. No ha podido explicar en particular el cuándo, dónde o cómo habrían ocurrido el o los posibles hechos”, agregó Vasiliev.
Sin un testimonio contundente, la Fiscalía no halló evidencias para sostener una eventual acusación.
“Al sólo existir una sola situación puesta de manifiesto por la víctima, colisiona con el resto de la prueba en tanto los testimonios de las personas que estuvieron con ella ese día, la cámara de seguridad, el protocolo médico, la pericia genética, la pericia toxicológica, y demás pruebas no pueden sostener el relato de lo que habría ocurrido ese día”, explicó el fiscal.
Los detalles sobre esa noche “son escasos, con pocas precisiones; incluso refirió que no podía distinguir si lo dicho había sido un recuerdo o un sueño”. Esto complicó toda la pesquisa porque su testimonio sería clave en un eventual juicio oral.
“La culpabilidad de una persona se considera establecida más allá de toda duda razonable únicamente cuando no existe ninguna explicación alternativa plausible que sea compatible con la inocencia del imputado. Y, con el débil cuadro probatorio aquí existente, no se ha derribado dicho estándar”, concluyó el fiscal.
El pedido de sobreseimiento se basó en “la falta de elementos con entidad probatoria suficiente, lo que nos impide poder avanzar en el proceso, teniendo en consideración las características del caso, y que difícilmente pueda probarse la materialidad del delito en la próxima etapa procesal”.
Drogada y corriendo por un camino
Aquel 7 de julio, la supuesta víctima había sido trasladada hasta el hospital local, donde recuperó la conciencia, luego de que los ocupantes de un auto se toparon con ella en la zona de Catarata Norte, un área rural ubicada a unos cuatro kilómetros del centro de El Hoyo, cuando corría drogada y en estado de shock.
El productor señalado fue detenido y su prisión domiciliaria fue definida tras un segundo pedido de excarcelación presentado por su abogado defensor, mientras en El Hoyo muchos repudiaron la decisión: la gente lo señalaba como un hombre poderoso y con influencias.
De hecho, desde que se conoció el caso y la policía montó un importante operativo para dar con los señalados por la presunta víctima, la investigación fue seguida de cerca por los habitantes de la pequeña localidad que está sobre la ruta 40, a pocos kilómetros del límite de Chubut con Río Negro.
En su momento, vecinos escracharon al sospechoso en las redes, recordando un episodio similar ocurrido años atrás, y marcharon para pedir justicia.