Mariela Zwenger, una médica del Hospital Regional denunció haber sido víctima de una estafa en la que perdió su auto, una importante suma de dinero y la promesa de un vehículo nuevo.
La mujer explicó que hace 15 días comenzó a buscar un auto para adquirir y dio con un joven que, según él, tenía un vehículo a la venta en la concesionaria Toyota. A través de un trato que implicaba la entrega de su auto usado más un pago adicional, Zwenger firmó un boleto de compra-venta para adquirir un Peugeot 208 que, supuestamente, los vendedores ya habían adquirido, aunque aún no le habían entregado el vehículo. El acuerdo se selló en presencia de documentos, entre ellos un 08 de su auto, (documento oficial que se requiere para transferir la titularidad de un vehículo en Argentina), que supuestamente facilitaba la venta.
Sin embargo, un tiempo después los vendedores contactaron a Zwenger para informarle que el pago realizado para el auto en Toyota había sido rechazado por cheques rebotados y que, por consecuencia, el vehículo fue vendido a otro comprador. Para empeorar la situación, le informaron que su auto y el dinero no estaban disponibles, generando una situación de angustia y disgusto.
Zwenger relató que después de hacer varios intentos por recuperar el dinero o el vehículo, el padre del estafador le prometió devolverle la plata para el 10 de enero o hacer algún tipo de arreglo, aunque la mujer expresó desconfianza ante la situación, ya que no conocía a los involucrados.
“La pérdida económica es muy grande, son seis millones y medio de pesos. Además, no tengo cómo trasladarme y trabajo largas horas. Espero que esto se resuelva, ya que me encuentro sin mi auto, sin dinero y con la incertidumbre de qué pasará”, comentó Zwenger en su testimonio.
Los presuntos estafadores, identificados como parte de la comunidad gitana, aseguran que podrían ofrecer una solución en el plazo mencionado, pero para la afectada, las promesas no parecen ser una opción fiable.