Así lo afirmó el presidente en la reunión del Consejo Económico y Social en donde se presentó el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030
El presidente Alberto Fernández valoró este jueves la influencia de la ciencia y la tecnología en el proceso de industrialización de la producción primaria en la Argentina y convocó a la comunidad científica a “animarse a entender que el desarrollo debe ser una propuesta y un compromiso colectivo”.
“En la medida en que nosotros desarrollemos más ciencia y más tecnología, e industrialicemos nuestros productos primarios, nuestras posibilidades son mucho mayores”, aseguró Fernández, quien subrayó que el país “tiene todo el potencial necesario para desarrollar esas áreas que nos permitan avanzar”.
Tras afirmar que “el talento argentino es reconocido en todo el mundo”, añadió que “como país tenemos los recursos que el mundo va a reclamar”. “El mundo pide energías renovables, limpias y va a demandar alimentos, y nosotros tenemos la gran posibilidad de ser proveedores del mundo”, apuntó.
Fernández fundamentó esa opinión en que “tenemos la segunda reserva de shale gas, la segunda reserva de litio del mundo”.
“Entre Argentina, Bolivia y Chile poseemos el 60 por ciento del litio que existe en el mundo. Contamos con la posibilidad en la Patagonia de desarrollar mucho hidrógeno verde”, añadió.
Frente a todas estas posibilidades de crecimiento que se abren en base a los recursos primarios, el Presidente convocó a la comunidad científica a “que nos animemos como sociedad a entender que ese desarrollo debe ser una propuesta y un compromiso colectivo”.
Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030
El Plan surgió con el propósito de resolver problemas sociales y productivos a partir del escenario de crisis recibido de la administración anterior, al que se sumó el impacto socioeconómico de la pandemia por el coronavirus, según se indicó.
Elaborado a través de un proceso colaborativo a escala nacional, participaron en las definiciones de esta iniciativa todas las provincias e instituciones relevantes del sector científico y tecnológico del país, las asociaciones sindicales, empresariales y de la sociedad civil, indicaron fuentes oficiales.
En ese marco se establecieron diez desafíos nacionales que orientan la demanda de conocimientos de ciencia, tecnología e innovación hacia la erradicación de la pobreza, la soberanía alimentaria, el fortalecimiento de la democracia, la ampliación de derechos ciudadanos, la educación inclusiva y de calidad, y la salud accesible y equitativa.
Se trata de un proyecto que comprenden además el desarrollo aeroespacial y de telecomunicaciones, la soberanía y el uso sostenible de los bienes del Mar Argentino, la promoción de la industria informática y de tecnologías de la información, la transición al desarrollo sostenible y el fomento y consolidación de un sendero a la transición energética.
Como resultado surgieron las 24 Agendas Territoriales Integradoras de Ciencia, Tecnología e Innovación (ATI-CTI) que incorporan los lineamientos específicos que cada jurisdicción precisa para orientar su desarrollo científico y tecnológico.
Se sumaron una serie de Agendas Transversales orientadas a la promoción general del conocimiento, referido tanto a la aplicación de tecnologías a la I+D+i como a los aportes de ciencias humanas y sociales, y la incorporación de la perspectiva de género.
Por último, se estableció la Agenda de Cambio Institucional, dirigida a la formación de recursos humanos, la articulación entre los diversos actores del sistema, la mirada federal y el impulso de la internacionalización en la política del sector.