“Si bien me da miedo el contagio de coronavirus, trato de cuidarme mucho y mantener la distancia”, aseguró el joven de 29 años.
Sebastián trabajaba como albañil pero hace unas semanas se quedó sin empleo y mientras encontró otra manera de conseguir un ingreso: cobrar por hacerle la fila a otros en los centros de hisipado.
El joven de 29 años vive en San Juan y, según contó a Diario de Cuyo, el rebusque le sirve para el día a día.
“Cobro $800 por hacer fila. Hay veces que se avanza rápido y puedo hacer dos o tres personas, pero otras veces sólo logro hacerle a una sola persona la fila”, detalló a ese medio.
Respecto a cómo se le ocurrió la idea de empezar a trabajar como “colero”, Sebastián explicó: “Un día fuimos a hisoparnos con mi tío porque tenía síntomas (de covid-19) y ahí entre chiste y chiste salió la idea de cobrar por hacer fila. Hice la publicación por redes sociales de compra y venta y empecé a hacer este trabajo”.
“Hay gente que llega a hacer la fila con muchos síntomas o no tiene tiempo de esperar tanto. Entonces me busca para que yo haga la fila y ellos llegan cuando estoy cerca de entrar”, relató.
También señaló: “Los días de mucho calor se hizo difícil hacer la fila, pero antes que no tener trabajo prefiero aguantar. Esos días, me llevaba agua fresca o compraba una gaseosa y hacía la fila. Peor es no tener trabajo”.
“Es que hay gente que dice que soy vago o que me aprovecho de la situación, pero yo a esto lo tomo como un trabajo, si no, no tengo para comer. Si bien me da miedo el contagio de coronavirus, trato de cuidarme mucho y mantener la distancia”, sostuvo Sebastián.
Y remarcó: “Peor es robar. Lo mío es un trabajo”.