Durante la audiencia de apelación, el abogado de una familia condenada por estafar a una jubilada argumentó que la víctima era “desprevenida” y debía haber activado sus “barreras de autoprotección”.

En una audiencia realizada ante la Cámara Penal de Esquel, el abogado defensor de una madre y sus dos hijos condenados por el “cuento del tío” sorprendió con un argumento que generó rechazo: en lugar de insistir en la inocencia de sus representados, apuntó contra la víctima, una mujer de 87 años, a quien consideró responsable del delito por haber sido “desprevenida”.
Maximiliano Nicolás Esteban y Cristian Alejandro Esteban recibieron penas de tres años y seis meses de prisión efectiva por haber estafado a la jubilada, mientras que su madre, Marta Traico, fue condenada a dos años de prisión en suspenso. La Cámara dará a conocer su decisión sobre la apelación el próximo 19 de noviembre.
Durante su exposición, el defensor sostuvo que la víctima, pese a su edad, “tenía un camino vital importante” que incluía trabajo, vida social y familia, y que por eso debía haber activado las “barreras de autoprotección que todo ciudadano debe tener”.
La fiscal María Bottini respondió con firmeza, señalando que el planteo implicaba culpar a la víctima y minimizar su vulnerabilidad. “Está cuestionando la condición de víctima por tener vida social, como si eso la hiciera menos susceptible al engaño”, advirtió.
Una estafa millonaria
Según la investigación, la maniobra fraudulenta superó los 200 mil dólares y 3 millones de pesos. La defensa intentó además sembrar dudas sobre la capacidad económica de la mujer, sugiriendo que era improbable que tuviera semejante suma.
La fiscalía y la querella aclararon que los ahorros eran el fruto de casi 70 años de trabajo y que la víctima los había reunido por desconfianza hacia el sistema bancario, algo común en generaciones marcadas por crisis económicas. También se comprobó que las operaciones de compra de dólares fueron legales y que parte del dinero provenía de la venta de una propiedad familiar.
El procurador fiscal Ismael Cerda aportó un dato contundente: al mismo tiempo que se realizó la llamada que engañó a la jubilada, los acusados contactaron a otras 46 personas mayores de Esquel, lo que evidenció una estrategia planificada y no un hecho fortuito.
El rol de la madre
La investigación también reveló el papel clave de Marta Traico, madre de los estafadores, en la ejecución del delito. Su camioneta Toyota SW4 fue utilizada para trasladar el dinero.
Dentro del vehículo, los investigadores hallaron un ticket del Banco Chubut correspondiente a una extracción hecha desde la cuenta del esposo de la víctima. Además, las cámaras de seguridad del domicilio familiar registraron a la mujer ayudando a sus hijos a contar el dinero durante más de dos horas.
Frente a estas pruebas, la defensa planteó que debía aplicarse la “excusa absolutoria” por parentesco, una figura que exime de pena a familiares directos en delitos contra la propiedad. Sin embargo, la fiscalía rechazó el pedido al considerar que la mujer actuó con “ánimo de lucro”.
El Ministerio Público Fiscal informó que las pruebas digitales —geolocalización, comunicaciones y registros de cámaras— conectaron cada paso de la maniobra.
La Cámara Penal de Esquel deberá ahora resolver si mantiene o modifica las condenas dictadas, tras una apelación que dejó más polémicas que argumentos jurídicos.
