Se trata de un fenómeno inusual, del que sólo hay dos registros anteriores a nivel global. Especialistas del CONICET trabajan para determinar las causas del varamiento.

Guardaparques de la Reserva Provincial Costa Atlántica encontraron 26 orcas varadas en la bahía San Sebastián durante tareas de monitoreo rutinarias, lo que despertó preocupación entre los especialistas y las autoridades ambientales. Se trata de ejemplares del “ecotipo D”, una variante poco conocida de estas orcas, convirtiendo a este hecho en el tercer varamiento masivo registrado a nivel mundial de este tipo, algo extremadamente inusual, y el primero en la costa atlántica de la región.
Los antecedentes de este fenómeno son escasos: el primero ocurrió en 1955 en Nueva Zelanda con 17 animales, y el segundo en el Estrecho de Magallanes con 9 ejemplares. Este reciente hallazgo representa un hito científico por la magnitud del grupo y su ubicación geográfica.
El descubrimiento se dio en dos etapas: semanas después de que se reportaran dos orcas varadas, guardaparques informaron sobre otros 24 ejemplares en un sector de difícil acceso, confirmando que pertenecían al mismo ecotipo. El hecho tuvo lugar en una de las zonas más vulnerables del Atlántico Sur, donde convergen actividad pesquera, tráfico de embarcaciones e impactos del cambio climático.
Las orcas (Orcinus orca) son depredadores en la cima de la cadena alimentaria y funcionan como indicadores del equilibrio de los ecosistemas marinos, lo que hace que un evento como este genere especial atención, ya que podría reflejar algún cambio preocupante en las condiciones oceánicas.
La Secretaría de Ambiente y la Dirección General de Biodiversidad y Conservación activaron de inmediato el protocolo de emergencia. El equipo científico del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC) del CONICET fue notificado y comenzó a recolectar muestras para determinar las posibles causas del varamiento. Un grupo de biólogas del laboratorio de Investigaciones en Mamíferos Marinos Australes (IMMA) realizó necropsias a dos ejemplares hallados inicialmente y trabajó en la recuperación de sus esqueletos.
Según los primeros análisis, podría tratarse de un fenómeno natural, aunque no se descartan factores ambientales o de origen humano. Desde el CONICET-CADIC informaron que los animales no presentaban cortes, hematomas, traumatismos ni marcas de redes o cabos de pesca, por lo que se calcula que el varamiento del grupo mayor ocurrió al mismo tiempo que los dos primeros individuos reportados.
La técnica Mónica Torres, del equipo científico, explicó a FM Master: “En realidad lo que nos sorprendió en este caso es la cantidad de especímenes todos juntos. Nosotros estamos monitoreando todo el año la bahía y la región desde hace más de 10 años, y no habíamos tenido un registro de tantos animales”.
Torres agregó detalles sobre la clasificación: “Las orcas son un tipo de delfín, el más grande, pero siguen siendo un tipo de delfín, y en particular le llamamos ecotipo, sería como una especie de raza dentro del grupo de las orcas que es muy poco conocida. También eso nos llamó mucho la atención”.
Respecto a las posibles causas del varamiento, la especialista aclaró: “La idea es tratar de llegar a ver las causas de este varamiento. A veces en cetáceos es muy difícil determinar la causa, necesitás encontrar los animales muy frescos para evaluar si tienen heridas internas o alguna patología propia que les causó la muerte. Externamente a estos animales no les vimos ninguna gran herida”.
La Red Federal de Varamiento de Fauna Marina continúa recopilando información de otras regiones del país para realizar comparaciones y no descarta que eventos similares puedan haber ocurrido en zonas remotas donde el seguimiento es más limitado.
