Andrés, padre del joven asesinado a balazos en la estación de servicio Rodrigo, expresó su dolor y apuntó contra la investigación. “Hay cámaras por todos lados, no puede ser que no vean la patente de un coche” expresó.
A días del crimen que conmocionó a Comodoro, el padre de Ariel Nicolás, el joven de 25 años asesinado a balazos en la madrugada del domingo en la estación de servicio Rodrigo, rompió el silencio. En diálogo con Comodoro 24, Andrés expresó su profundo pesar.
“Es un dolor muy grande que tengo, no tengo palabras, me duele mucho lo que está pasando” señaló. Ariel había llegado a la ciudad el jueves, aunque hacía dos años que venía viajando desde Villegas, Buenos Aires, para trabajar como vendedor ambulante.
Según relató su padre, la víctima le había contado días antes que había tenido una discusión con un grupo de “trapitos” que trabajaban en el mismo sector. “Supuestamente, lo que él me contó, habían tenido problemas con unos trapitos. Todo el mundo los conoce y saben la clase de persona que son. Ellos no querían que mi hijo y sus amigos trabajen ahí”, explicó Andrés.
Sobre el momento del ataque, el hombre detalló que Ariel estaba acompañado por dos amigos, uno de los cuales permanece internado. “Los muchachos lo llaman para comprarle. Dijeron que tenían la plata en el auto. Cuando se acercan, bajan dos y le empiezan a disparar. Ahí le disparan en la cabeza a mi hijo y a su amigo. El tercero tuvo un Dios aparte”, relató.
Andrés se mostró indignado por la falta de avances en la causa y por el trato que recibió por parte de las autoridades. “Hablé con alguien de fiscalía y no me dio ni una respuesta positiva. Solamente querían saber si quería donar los órganos de mi hijo, sin siquiera preguntarme si quería reconocer el cuerpo”.
También cuestionó que no le permitieran acceder a las cámaras de seguridad de la estación de servicio, pese a que el lugar cuenta con amplia vigilancia a través de los dispositivos. “Veo que no ponen empeño en querer investigar. En esta estación hay cámaras por todos lados, no puede ser que no vean la patente de un coche. El auto es un Fiat Punto color rojo”, afirmó.
El hombre contó además que la familia logró reunir el dinero para trasladar el cuerpo de Ariel a su localidad de origen. “Me da lo mismo ya. Veo que no tienen ganas de encontrar a la persona, y si la encuentran, no me va a devolver la vida de mi hijo ”, concluyó con tristeza.