Estudiantes y docentes rindieron homenaje a “Pedrito”, el callejero que durante años recorrió las calles junto a “Pedrita”. Sus restos fueron esparcidos en la entrada del colegio, en un acto cargado de emoción.
La muerte de “Pedrito” generó una profunda tristeza en la comunidad local. Conocido por todos los estudiantes, vecinos y comerciantes del centro, el perro callejero se convirtió en un símbolo de nobleza y compañía, siempre acompañado por “Pedrita”, la perra con la que formaba un dúo entrañable.
Este jueves, los estudiantes de la Escuela N° 760 decidieron despedirlo de una manera especial: organizaron un homenaje en el que esparcieron sus restos en la entrada del edificio escolar. “Ahora sí… buen viaje y hasta siempre Pedrito. Estás en el lugar que tanto amaste”, expresaron entre lágrimas los presentes, en un gesto que fue agradecido por la comunidad educativa.
Vecinos recordaron a “Pedrito” como un perro protector, de mirada tierna y carácter amigable, que se ganó el cariño de quienes lo vieron crecer y caminar día tras día por las calles céntricas. “Fue parte de la identidad del barrio, imposible no quererlo”, señalaron.
La historia de “Pedrito” quedará en la memoria colectiva como un testimonio del vínculo afectivo que los animales logran construir con las personas y con los espacios que habitan. A su vez, cabe remarcar que todavía continúan buscando un hogar para “Pedrita” que quedó sola ante la muerte de su amigo.