La adolescente fue rescatada por la Policía de Santa Cruz. Primero dudó en contar lo que ocurría, pero después confirmó que llevaba varios días sin poder salir.
Una menor de edad fue rescatada de un domicilio de la ciudad de Río Gallegos, provincia de Santa Cruz, en la que permanecía secuestrada desde hacía varios días por su pareja, un hombre mayor de edad.
El rescate se llevó a cabo a través de un operativo conjunto entre la Policía de Santa Cruz y el Grupo de Operaciones Especiales (GOE). El hombre, que estaba armado dentro del domicilio, fue detenido por la Policía.
El procedimiento que derivó en la detención del raptor tuvo lugar en el barrio Bicentenario de Río Gallegos, en la manzana 420, cerca de las 15.30 horas de este martes, con participación del personal de la Comisaría Séptima de Río Gallegos.
Tras haber recuperado la libertad y estando todavía en el lugar, la adolescente inicialmente brindó versiones contradictorias sobre su situación, lo que dificultó una intervención inmediata.
No obstante, una vez que la trasladaron a la sede policial y fue puesta bajo resguardo, la menor confirmó que había sido amenazada y privada de su libertad durante varios días por su pareja, quien la mantenía cautiva en su domicilio.
El captor, detenido
A partir de esta declaración, las fuerzas de seguridad activaron un protocolo de actuación que incluyó la inmediata intervención de la Secretaría de Niñez de Río Gallegos y la División Comisaría de la Mujer y Familia, organismos que se encargaron de brindar contención psicológica y protección integral a la víctima.
Por su parte, el hombre fue detenido en el lugar de los hechos y permanece incomunicado, a disposición del Juzgado de Instrucción N°1 de Río Gallegos que interviene en la causa.
En el marco de un allanamiento posterior que se realizó en la vivienda del sospechoso, las autoridades secuestraron un revólver, lo que agrava la situación legal del detenido y confirma el riesgo que representaba para la chica.
La víctima se encuentra actualmente bajo protección y recibe acompañamiento psicológico y social a través de los programas de la Secretaría de Niñez y la Comisaría de la Mujer y Familia. Por su parte, la justicia continúa con las diligencias correspondientes para esclarecer los hechos y asegurar que el agresor enfrente las consecuencias legales de sus actos.