Así lo afirmó Claudio, referente de Albergue Alternativa. En medio de la ola de frío, alertó por la situación crítica de las personas en situación de calle, especialmente adultos mayores. Ante la emergencia, abrirán una iglesia para recibir a todo aquel que necesite un techo para pasar la noche.
En medio de la ola polar que atraviesa la región, Claudio, referente del Albergue Alternativa y pastor de una iglesia en zona norte, anunció la apertura del templo como espacio de contención para personas en situación de calle. La iniciativa surge de un relevamiento propio y de la urgencia que imponen las bajas temperaturas.
“En base a este relevamiento, decidimos abrir el templo porque vemos que hay mucha necesidad y mucha gente durmiendo en la calle. No hay un número específico, pero el lunes vamos a abrir las puertas a las 20 hs y ahí iremos viendo la cantidad de gente que se acerca. Esperamos entre 50 y 100 personas por noche”, señaló Claudio, referente del albergue y pastor de la iglesia que prestará el espacio.
El lugar abrirá como respuesta a una situación que, según Claudio, “tiene un poco de desborde”. Desde diciembre del año pasado, aseguran haber solicitado ayuda al municipio, sin obtener respuesta.
“El municipio tiene las mayores instituciones en donde podríamos trabajar al menos durante el invierno. La ayuda se la viene solicitando a esta gestión desde diciembre del año pasado. Hasta el día de hoy no tuvimos un encuentro”, lamentó.
La falta de espacios adecuados y la urgencia empujaron a improvisar respuestas. “Yo soy pastor de una iglesia, hoy me veo obligado a abrir el templo porque tengo un lugar grande para atender la emergencia. Las vecinales no están diseñadas para albergar gente. Ni siquiera las iglesias están diseñadas para eso”, explicó.
Aunque no considera ideal el uso de templos o centros barriales para alojar personas, aseguró: “Yo creo que esto tiene que ver con una cuestión política. Tenemos un albergue deportivo cerrado. En la vecinal del Abásolo hay un lugar donde se puede trabajar con la gente, tienen camas y comodidades”.
La preocupación se intensifica cuando se trata de personas mayores. “Lo que más indigna son las personas mayores que están en la calle, que ya pasaron los 60 y que su salud ya no es la misma. Hoy los ves y mañana no sabés si se despierta, eso es lo más duro”, advirtió. “En ocho años de trabajo, ya tuve 12 o 13 ancianos que murieron en la calle en Comodoro”.
Además, describió casos complejos de salud mental sin atención: “Nosotros tenemos 6 o 7 que son esquizofrénicos que andan deambulando por la calle y la sociedad no puede conectar con ellos. Un esquizofrénico puede tener la tendencia de golpear o agredir a una persona que intente ayudarlo. Es un peligro dentro de la sociedad”.
Claudio criticó la forma en que intervienen las autoridades municipales en estas situaciones: “Las intervenciones no son serias. Van, lo ven y le llevan alimento seco. Es ilógico el trabajo, está mal hecho. No se los releva, no se los trabaja, no se conecta con la familia. Se sigue sin hacer nada, siguen ignorando esto. No se lo trata como una política pública”.
A pesar de ese abandono, destacó el vínculo que lograron construir con quienes viven en la calle: “Lo que hemos logrado armar durante este tiempo, es que la gente de la calle reciba la ayuda que se les ofrece. Hoy hay un intercambio y la reciben bien. Es una relación particular y buena. Aprendemos bastante de ellos”.
Desde el Albergue Alternativa pidieron colaboración a la comunidad para poder sostener el espacio de noche: necesitan mantas, colchones (sin importar su estado) y alimentos.