Un oficial está siendo juzgado por haber hecho trabajar a seis detenidos en su fiesta de casamiento, celebrada a fines de mayo del año pasado. Los presos continúan detenidos.
Un insólito caso de presunto abuso de autoridad sacude a la Policía de La Pampa. Un oficial inspector, identificado como Cristian Martín Galván, enfrenta un juicio acusado de haber utilizado a seis detenidos bajo su custodia para realizar tareas en su casamiento, con el objetivo de ahorrar en los costos del evento.
Según la investigación, el hecho ocurrió el 31 de mayo de 2024 en la localidad pampeana de Lonquimay. Ese día, los reclusos habrían sido autorizados a salir de la subcomisaría sin supervisión y caminar hasta un salón ubicado a una cuadra de distancia. Allí, cumplieron funciones como asadores, mozos y personal de limpieza durante la celebración. Luego, regresaron por sus propios medios a sus celdas.
El caso salió a la luz durante el proceso judicial, cuando algunos de los detenidos declararon y reconocieron su participación en la boda. Uno de ellos incluso aseguró haber sido quien cocinó el cordero para los invitados.
La acusación, encabezada por el fiscal general Guillermo Sancho, sostiene que Galván puso en riesgo la seguridad pública al liberar a los detenidos sin autorización judicial, lo que representa una violación a sus deberes como funcionario. Además, remarcó que fue una “suerte” que ninguno de los presos se fugara durante el traslado.
Por su parte, el oficial acusado niega los hechos y asegura que se trata de una interna dentro de la fuerza, motivada por conflictos personales. Su familia también lo respaldó y rechazó la versión de los reclusos.
La causa ya está en su etapa final y se espera que la sentencia se conozca el próximo 28 de julio. La fiscalía pidió una condena de un año y tres meses de prisión condicional, además de la inhabilitación para ejercer cargos públicos por más de dos años. En tanto, la defensa solicitó la absolución por considerar que no hay pruebas concluyentes.