Luego de que la mujer logró mandarle un pedido de auxilio a su hermana, la policía de Santa Cruz la rescató junto a su bebé de 7 meses. Tenía golpes en la cara.
Un caso estremecedor de violencia de género conmueve a Río Gallegos luego de que el lunes a la tarde, la policía de Santa Cruz debió rescatar a una joven que estuvo secuestrada en su propia casa durante casi dos días, víctima de su pareja, a quien aparentemente poco le importó también la seguridad del pequeño bebé de siete meses que estaba con ella.
El violento agresor, según el testimonio que presentó inicialmente la hermana de la víctima, la había golpeado y aislado completamente en su propia casa por un único motivo: ella se había negado a tener relaciones sexuales con él.
La Comisaría Séptima de la capital santacruceña recibió la denuncia de la mujer, que desesperadamente buscaba ayuda para su hermana pocos minutos después de haberse enterado del calvario que estaba atravezando. Según relató, la víctima se encontraba encerrada en su domicilio sin posibilidad de establecer contacto con el exterior.
Ante ese testimonio, la intervención policial se desarrolló de manera inmediata. Los uniformados se trasladaron al lugar acompañados por la denunciante, quien forzó la puerta de entrada para poder ingresar a la vivienda junto a los efectivos.
El panorama que encontraron resultó desolador: la mujer presentaba marcas evidentes de violencia en su cara y presentaba un estado emocional devastado luego de las horas de encierro y sometimiento. A su lado, su bebé de apenas siete meses se encontraba con ella, expuesto a un ambiente de extrema violencia.
Según fuentes policiales consultadas por La Opinión Austral, la víctima explicó que el episodio se había iniciado el sábado por la noche.
Según lo que pudieron establecer a partir de los testimonios, la negativa de la joven mamá a tener relaciones íntimas desató la ira del hombre, quien procedió a agredirla físicamente y le quitó el teléfono celular para impedir que pidiera auxilio.
Incomunicada y amenazada en Río Gallegos
Durante casi 48 horas, la mujer permaneció incomunicada y amenazada en su propio hogar. No podía irse ni pedir ayuda hasta que el lunes por la tarde se produjo un momento crucial: por alguna razón, el agresor le devolvió el teléfono y salió de la vivienda..
La víctima aprovechó esos instantes decisivos y pudo enviarle un mensaje a su hermana, quien actuó sin demora. Cuando el hombre regresó al domicilio y se dio cuenta de lo sucedido, ya era demasiado tarde.
Los agentes que entraron al lugar lo identificaron y lo trasladaron detenido e incomunicado a la Comisaría Séptima de Santa Cruz. Las autoridades esperan que en las próximas horas sea convocado a prestar declaración ante el juez a cargo del caso.
Una consigna policial permanece apostada en la casa -cuya dirección no trascendió para proteger la identidad de la víctima y del bebé involucrado- para resguardar la escena del hecho y permitir que la División Gabinete Criminalístico realice las pericias correspondientes.
La causa quedó carátulada preventivamente como “lesiones en contexto de violencia de género y privación ilegítima de la libertad”.
La Comisaría de la Mujer y la Familia intervino para brindar contención a la damnificada, quien amplió su testimonio y proporcionó detalles del calvario que padeció durante más de dos días en el interior de su hogar.